Un robo rápido, profesional y efectivo. Los tres atracadores de la joyería de Portals Nous apenas emplearon dos minutos para llevarse 70 relojes de lujo, todos de la marca Rolex. Los cogieron de las vitrinas y la caja fuerte, abierta en ese preciso momento, desechando piezas de otras firmas y el resto de alhajas. Iban armados, no destrozaron nada y huyeron con un botín que ronda el millón de euros. La Guardia Civil trata de encontrar cualquier pista para dar con los delincuentes, en una investigación que se antoja complicada.

Los investigadores tienen claro que los autores del robo habían preparado muy bien el golpe. Su modus operandi revela su planificación y la buena información que manejaban. Encapuchados, irrumpieron en la Relojería Alemana poco antes de las ocho de la tarde del martes, desarmaron al vigilante de seguridad y lo dejaron encerrado, junto a la única dependienta del comercio, en un cuarto.

Casualidad o no, la caja de seguridad del establecimiento estaba abierta en ese momento. Al parecer, se estaban guardando en ella las piezas más valiosas porque faltaba solo media hora para echar el cierre. Las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran cómo los tres delincuentes se lanzan a por el contenido de la caja y vacían también algunas de las vitrinas del local. No rompen nada y rápidamente se dan a la fuga. Los agentes no descartan que otra persona estuviera esperándoles en los alrededores para huir en un vehículo.

Los responsables de la joyería han elaborado y entregado ya un inventario del botín. El listado es llamativo por su uniformidad: solo hay relojes de la marca Rolex. En total, unas 70 piezas cuyo precio de venta al público se aproxima al millón de euros.

La investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil está dando sus primeros pasos, pero los agentes tienen claro que se enfrentan a delincuentes especializados y profesionales. El golpe no era especialmente sencillo, ya que el local cuenta con un vigilante de seguridad al que debían reducir. La elección de las piezas evidencia también que tenían un objetivo claro y pretendían hacerse con el mayor botín posible en pocos minutos.

Los investigadores se centran ahora en tratar de identificar a los atracadores, tanto con las declaraciones de los testigos como con los hipotéticos rastros que dejaran en la escena. La Guardia Civil ha intentado ya encontrar huellas y otros vestigios en la joyería, y revisa las cámaras de seguridad de la zona.

El asalto guarda importantes similitudes con otros robos millonarios cometidos en los últimos años en Mallorca cuya autoría no ha sido aclarada. La Relojería Alemana de Portals ya sufrió en 2015 un atraco muy parecido. Fue a la misma hora, el 13 de noviembre. Tres hombres con cascos de motorista destrozaron a mazazos las vitrinas y se hicieron con relojes y joyas valoradas también en un millón de euros.

En esa exclusiva zona de Calvià se cometió otro sonado golpe en septiembre de 2006. El objetivo fue en aquella ocasión la lujosa joyería Tritón. También fueron tres hombres quienes, con mascarillas de pintor, desvalijaron los expositores tras amenazar al empleado con una pistola. Se llevaron 950.000 euros en alhajas y escaparon en un coche robado previamente.

El Paseo Marítimo de Palma ha sido escenario también de otros robos sonados. En mayo del mismo año, un supuesto empresario ruso entró en la tienda Diamond Factory. Había ido antes varias veces, interesándose por una joya para su madre. Pero aquel día, llegó acompañado de otra persona y juntos lograron arrebatar a la dependienta tres diamantes valorados en 400.000 euros. Un compinche les esperaba en un coche.

El mismo comercio sufrió otro robo meses después, en marzo de 2007. Dos personas entraron en la tienda y mientras uno encañonaba a una empleada, el otro destrozaba a mazazos los expositores. El botín fue de 500.000 euros.