La fiscalía pide tres años de prisión para un hombre acusado de agredir a una médico y un técnico del 061 cuando atendían a su madre en un domicilio de Palma. El sospechoso supuestamente menospreció, insultó y agredió a los sanitarios, causándoles un fractura de diente, contusiones y lesiones en un hombro. El resto de acusaciones -el Ib-Salut, el Colegio de Médicos y el abogado del técnico- reclaman entre dos y cinco años de cárcel, así como indemnizaciones de hasta 3.820 euros para los afectados.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de marzo hacia las cuatro y media de la tarde. Una UVI móvil del 061 acudió a un piso de la calle Manacor para atender a una anciana con problemas cardiacos.

La paciente estaba acompañada de su hijo, de 36 años. El hombre empezó a increpar a los efectivos sanitarios: "Sois unos mentirosos. Mi madre se va a morir por vuestra culpa, no servís para nada. Sois unos mediocres", espetó, siempre según las acusaciones. El acusado habría llegado a gritarles para que se fueran de la vivienda.

Los facultativos asistieron a la mujer y comprobaron que presentaba un cuadro de arritmia y dolor en el pecho. La tensión aumentó cuando informaron al hijo de que iban a trasladar a la anciana al hospital. El acusado se puso entonces muy nervioso y agresivo. La médico, temiendo por la seguridad de ella y su equipo, cogió el teléfono móvil para llamar a la Policía.

El hombre trató de impedirlo, propinándole un manotazo para quitarle el aparato, que cayó al suelo. Acto seguido, se abalanzó sobre la doctora y le propinó un fuerte puñetazo en la mandíbula. Uno de los técnicos del Ib-Salut trató de poner fin a la agresión sujetando al acusado, pero este le dio un golpe en le hombre para quitárselo de encima.

Minutos después, una patrulla de la Policía Nacional acudió a la vivienda y detuvo al hombre. Pasó la noche en los calabozos y al día siguiente fue puesto a disposición del juez de guardia, que lo dejó en libertad.

Tanto la doctora como el técnico precisaron asistencia médica. La mujer sufrió una golpe en la boca, la fractura de un diente , contusiones en los brazos, los hombros y la pierna izquierda. Tuvo que tomar analgésicos y antiinflamatorios y ser sometida a una restauración del diente partida. Tardó un mes en recuperarse completamente. El sanitario, por su parte, padeció una tendinitis postraumática en el hombro derecho. Estuvo una semana de baja y no sanó hasta un mes después, quedándole un dolor leve como secuela.

Tanto la fiscalía como el Ib-Salut, el Colegio de Médicos (COMIB) y el técnico sanitario consideran al acusado autor de un delito de atentado y dos de lesiones, por los que reclaman diferentes penas. El ministerio público solicita en total tres años de cárcel e indemnizaciones de 1.500 euros para la médico y 1.820 para el técnico. El COMIB reclama tres años y medio de reclusión, una multa de 5.760 euros y compensaciones de 900 euros para la facultativa y 1.110 para el sanitario. La abogacía de la comunidad autónoma, en nombre del Servei de Salut, pide dos años de prisión, 900 euros de sanción y el pago de 950 euros a la doctora. Finalmente, el letrado Pablo Alonso de Caso, en representación del técnico, requiere cinco años de cárcel y 3.820 euros de indemnización para esta víctima por las lesiones, los días de baja y el daño moral.

Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre en los próximos meses en un juzgado de lo penal de Palma.