Las pocas empresas que resultaron casi indemnes del devastador incendio que azotó hace una semana el polígono de Marratxí han comenzado a abrir sus puertas. Cuando apenas se han recuperado por completo del descomunal susto por la cercanía del desastre, un taller de aluminio y una firma de recogida de residuos cárnicos empiezan a restablecer la normalidad.

Santiago Sánchez, propietario de los talleres Sánchez Ruiz, se considera muy afortunado. El fuego afectó de manera superficial algunas partes de la nave industrial, pero no se consiguió adentrar en su negocio.

"El miércoles no se podía estar. Había mucho olor a humo y a quemado. Era muy molesto", explica el dueño de esta carpintería de aluminio. El jueves fue el primer día que empezaron a trabajar en condiciones.

Pese a que los efectos del fuego no son perceptibles en el interior, las llamas causaron algunos estragos en la nave industrial "La pared del fondo está dañada. Hay que arreglarla. También ha resultado afectado una parte del tejado: las claraboyas más cercanas y el aislante", explica. Cuando aún está pendiente la tasación definitiva, la primera estimación sitúa el valor de estos desperfectos entre los 10.000 y los 15.000 euros.

Santiago Sánchez también hace un llamamiento a sus potenciales clientes y proveedores para que tomen conciencia de que ya están operativos. "Hay actividad completa. El martes a mediodía nos dieron el informe favorable", destaca. Aunque solo a finales semana pudieron materializar la apertura con todas las garantías.

A escasos metros de distancia, se encuentra la empresa de tratamiento de residuos cárnicos María Luisa Sastre. Su propietario, Juan Ripoll, es plenamente consciente de lo cerca que estuvo el fuego y que el desastre rondó a sus instalaciones.

"Me enteré del incendio leyendo DIARIO de MALLORCA y se me cayó el alma a los pies", subraya. Juan Ripoll es plenamente consciente de que habría tenido unas dificultades casi insalvables para remontar los destrozos en su nave. "Si se hubiera quemado la nave, habría sido imposible empezar de nuevo", puntualiza.

Valorado en 100.000 euros

"Hay mucho dinero aquí metido para una empresa pequeña: cámara frigorífica, cámara de congelación y el camión frigorífico", destaca. El valor de todo este material ronda los 100.000 euros.

"Somos la única empresa de residuos cárnicos autorizada", destaca Ripoll con orgullo. Es un almacén intermedio que envía los restos a Valencia. "Quiero dar las gracias a la Guardia Civil y a la Policía Local. Nos permitieron conectar la luz pronto. Si no, todo se habría echado a perder", precisa.

El devastador incendio del polígono de Marratxí todavía tiene pendiente una investigación exhaustiva de la Guardia Civil para esclarecer las causas del siniestro.