El joven de 26 años que el pasado viernes sufrió heridas muy graves en un accidente causado por una conductora ebria en Palma falleció el lunes en el hospital Son Espases. La víctima, Marcos. M.D., vecino de Santa Maria, viajaba como copiloto de la acusada, que cuadruplicó la tasa máxima de alcohol y según algunos testigos iba a una velocidad muy superior a la permitida. El coche se subió a un bordillo, salió despedido y se estrelló contra una palmera en la calle Manacor. La muerte de este joven eleva a 56 la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico registrados este año en Balears, según los datos recopilados por este diario.

La joven, hospitalizada con lesiones menos graves tras el siniestro, estaba acusada de delitos contra la seguridad vial y lesiones imprudentes, imputación que se agrava a homicidio por imprudencia tras el fallecimiento del chico.

El siniestro se produjo poco después de la medianoche del pasado jueves. Un Seat Ibiza circulaba por la calle Manacor en dirección a la rotonda de Can Blau cuando la conductora perdió el control. El coche se fue hacia la izquierda, se subió al bordillo de la mediana y salió despedido. Acabó estrellándose contra una palmera y quedó en los carriles destinados al sentido contrario.

El copiloto se llevó la peor parte, ya que su lado recibió el brutal impacto contra la palmera. El joven, inconsciente y atrapado, fue rescatado por los Bombers de Palma. Una UVI móvil lo trasladó con urgencia a Son Espases, donde quedó ingresado con lesiones muy graves y en estado crítico.

La víctima no logró recuperarse y anteayer, a última hora de la tarde, falleció. El óbito fue comunicado al juzgado de instrucción número 9 de Palma, en funciones de guardia.

La investigación abierta por la Policía Local de Palma para aclarar las causas del siniestro apunta a una trágica combinación de alcohol y velocidad. La conductora del coche fue sometida a una analítica en el hospital, donde ingresó con lesiones menos graves. La prueba reveló que su tasa de alcohol era casi cuatro veces superior a la permitida, explicaron fuentes policiales.

Además, los agentes se entrevistaron con algunos testigos del siniestro, que aseguraron que el turismo circulaba a entre 80 y 100 kilómetros por hora cuando la conductora perdió el control. Las pesquisas siguen abiertas para confirmar este supuesto exceso de velocidad del turismo.