La fiscalía pide seis años de cárcel para un acusado de apropiarse de material valorado en más de un millón de euros de la empresa para la que trabajaba en Palma. El hombre, antiguo delegado comercial en Mallorca de una compañía de fabricación y distribución de aluminio, habría retirado productos del almacén para luego distribuirlos a través de su propia empresa, supuestamente inflaba los recuentos de existencias y emitía albaranes fictios para camuflar la desaparición del material. El sospechoso, imputado por delitos continuados de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil, negó ayer durante el juicio en la Audiencia Provincial todas las acusaciones.

El procesado explicó al tribunal que entre 2000 y 2009 fue el "máximo responsable a nivel comercial" en Mallorca de la empresa, con sede en Valencia. Aseguró que no llevaba un control diario de la existencia de material en el almacén y descargó la responsabilidad sobre la administrativa encargada de los albaranes y las entregas de material.

El acusado contó además que decidió continuar sirviendo productos a clientes cuya evaluación de riesgo estaba pendiente de decidir en la sede central, introduciendo los datos en un ordenador portátil al margen del sistema informático de la empresa.

El hombre confirmó también que en 2005 creó su propia sociedad, a nombre de su esposa, para poder servir aluminio a clientes a los que la empresa no podía servir, principalmente promotores, y dijo que en la sede central estaban al corriente de esta situación. Así, el propio delegado se convirtió en cliente de la compañía. "Pagábamos todos los productos", afirmó. Esta sociedad se cerró en 2009 por orden de la empresa valenciana, añadió.

El sospechoso negó en todo momento haber utilizado esta mercantil para distribuir a escondidas de material sustraído del almacén, como sostiene la fiscalía. También descartó haber inflado los recuentos de stock para que no quedara reflejada la desaparición de los productos y rechazó haberse adueñado de aluminio valorado en más de un millón de euros para venderlo por su cuenta. A preguntas de la fiscal, negó haber manipulado o elaborado albaranes y pagarés fraudulentos para apropiarse de pagos de clientes.

El ministerio público, además de los seis años de prisión, solicita en su escrito de acusación que el hombre indemnice a la empresa para la que trabajó con un total de 1.074.800 euros. Está previsto que el juicio se prolongue durante toda la semana en la sección segunda de la Audiencia Provincial, con las declaraciones de una veintena de testigos.