Los Bombers de Mallorca han dado por controlado hoy a primeras horas de la mañana el gran incendio industrial que desde ayer al mediodía quema en el polígono de Marratxí. El balance es desolador. Diez naves han resultado afectadas por el voraz fuego. Cinco de ellas han quedado totalmente arrasadas por las llamas, mientras que otras tantas han sufrido daños, pero de menor consideración.

Una veintena de bomberos de los parques de Inca, Felanitx, Santa Ponça y Manacor ha trabajado durante toda la noche y la madrugada de hoy para frenar el devastador incendio, que se inició en una empresa de estampación de camisetas y rotulación ubicada en la calle Licorers, esquina con el Camí de Muntanya, sobre la una y cuarto del mediodía de ayer.

Casi veinte horas más tarde, a las ocho de la mañana de hoy, los especialistas han controlado el aparatoso siniestro. Todavía hay llamas en el interior de los almacenes, pero el fuego no avanza. Los bomberos de los parques más alejados ya se han retirado y en la zona continúan trabajando los efectivos de Inca, que permanecerán toda la jornada de hoy. Las tareas para sofocar el incendio se prevé que sean largas. El fuego es muy aparatoso y va quemando lentamente los objetos y el material que se acumula en las naves industriales. La zona siniestrada ha quedado delimitada y asegurada para que las llamas no se propaguen.

Los equipos de extinción aún tienen que revisar las naves quemadas. Las estructuras han quedado afectadas. Las pérdidas económicas son millonarias, tanto por los negocios arrasados como por el género, vehículos y maquinaria que ha quedado calcinado.

El tejado de varias empresas ha desaparecido por completo y los hierros de la estructura se han deformado. Pequeñas columnas de humo siguen ascendiendo de forma desafiante y dentro de las naves continúan quemando varios focos. Los bomberos no han dejado de trabajar.

El fuego se inició ayer en una primera nave y, en poco tiempo, se propagó a las empresas colindantes. El hecho de que los locales estén pegados unos a otros propició que el incendio se extendiera en cuestión de minutos. Los trabajadores y vecinos de la zona fueron testigos de cómo las grandes llamas, de veinte metros de altura, devoraban ayer los negocios. Una enorme columna de humo negro podía divisarse desde varios puntos muy alejados de la isla.