Un vertido de aceite de origen desconocido obligó ayer por la mañana a cortar un tramo de las Avenidas, en Palma, y provocó la caída de al menos un motorista, que sufrió lesiones leves. Emaya trabajó durante algo más de dos horas para limpiar el asfalto, mientras la Policía Local regulaba la circulación.

Los hechos ocurrieron hacia las nueve de la mañana. Todo apunta a que un vehículo averiado recorrió la avenida Joan March, entre el cruce con 31 de desembre y la plaza de España, dejando a su paso un gran reguero de aceite en el carril central, en sentido al mar.

El peligroso líquido provocó que al menos un motorista perdiera el control de su vehículo y acabara en el suelo al circular por ese punto.

Al lugar acudieron brigadas de Emaya, patrullas de la Policía Local para regular el tráfico y ambulancias para atender al afectado, que en principio solo presentaba lesiones leves. La empresa municipal de limpieza activó de inmediato el protocolo habitual para este tipo de vertidos. Los policías, por su parte, cortaron completamente ese tramo de las Avenidas durante unos minutos y después desviaron el tráfico a los carriles laterales.

Los operarios municipales esparcieron sepiolita, un compuesto químico de gran poder absorbente para que se impregnara del aceite vertido, facilitando así su retirada. Los empleados de Emaya trabajaron en el lugar durante unas dos horas, hasta que el asfalto quedó de nuevo transitable.

La situación quedó normalizada poco después de las once y cuarto de la mañana, cuando la vía fue totalmente reabierta a la circulación. Fuentes de la Policía Local explicaron que no había podido aclararse el origen del vertido de aceite.