Como si se tratara de un don Juan del siglo XXI, un detenido compareció el pasado jueves en los juzgados de Vía Alemania con el nombre de Inés tatuado en la frente. Vestido con una llamativa chaqueta de chándal y unas estridentes zapatillas deportivas, con una melena teñida peinada hacia atrás, dejando entrever las raíces blancas, el hombre fue conducido a los calabozos. El sospechoso, de más de 60 años, es ya un viejo conocido de la Policía Nacional por sus antecedentes por violencia de género. El hombre entró en la sede judicial muy tranquilo, pero minutos después, al saber que iba a acabar en prisión, se derrumbó y empezó a llorar. Un agente le consoló y le dio ánimos.
percance navideño
Falta todavía un mes y medio, pero las navidades ya causan problemas. El lunes por la noche, unas luces instaladas en el Secar de la Real, en Palma, quedaron colgando sobre la calzada al ser arrastradas por un cable que se desprendió. Un auténtico peligro para la circulación. La Policía Local acudió al lugar y pidió la intervención de la brigada de alumbrado público, que recolocó la instalación. A la mañana siguiente, Gesa revisó su estado.
el ladrón atrapado y dormido
El miércoles pasado por la tarde, un supuesto ladrón que quedó atrapado en los conductos de ventilación cuando trataba de robar en una tienda de ropa de Palma fue puesto a disposición judicial. El hombre tuvo que ser rescatado por los bomberos y luego fue detenido. Mientras estuvo en la comisaría se encontraba muy exaltado, por lo que lo tuvieron que medicar para que se tranquilizara. Tanto se calmó que cuando llegó al juzgado, horas después, estaba medio adormilado. La suerte estuvo de su parte porque al final quedó en libertad.
presos bromistas
Esta semana un par de presos quisieron gastar una broma a un compañero cuando todos ellos iban a ser trasladados en un furgón policial desde los juzgados de Palma a la cárcel. Al ver a los fotógrafos y a un cámara de televisión esperando en el patio, empezaron a decir: “El que viene detrás, el de las muletas, es el peligroso. Grabadle a él. El de las muletas es el peligroso”. Incluso, dentro del furgón continuaron con la misma cantinela entre risas. Instantes después, con el rostro cabizbajo y con más paciencia que un santo, avanzaba lentamente otro recluso apoyándose en dos muletas. El hombre no dijo ni media hasta lograr entrar en el vehículo policial.
jueces con ropa de trabajo
El lunes pasado, el presidente de la Audiencia de Palma tuvo un gesto de proximidad para rebajar los nervios a una joven víctima discapacitada psíquica que tenía que declarar en un juicio por unos supuestos abusos sexuales cuando era niña. “Vamos así vestidos porque es nuestra ropa de trabajo. Igual que un obrero, pero a nosotros nos hacen llevar esta ropa”, indicó el magistrado refiriéndose a las oscuras togas que llevaban los miembros del tribunal. El presidente aconsejó a la perjudicada que hablase en mallorquín si le era más fácil expresarse así. La joven le hizo caso y relató que fue forzada por el acusado cuando tenía doce años.
sin acusación particular
Tanto el Colegio de Médicos de Balears como la conselleria de Salud del Govern siempre se apresuran en condenar las agresiones que sufren los facultativos mientras están trabajando y anuncian que se van a personar como acusación particular en los casos. Sin embargo, ni en el reciente incidente ocurrido en el área de Urgencias del hospital de Manacor en el que a una doctora una paciente trató de arrebatarle la tarjeta identificativa que llevaba en el bolsillo en el pecho y que ya ha acabado en una condena por conformidad ni cuando pasó a disposición judicial en Inca un detenido por golpear y patear a un médico en el PAC de Muro comparecieron los abogados del IB-Salut ni del Colegio de Médicos como acusadores particulares.
