Un hombre de 40 años falleció ayer de madrugada en el hospital de Son Espases a consecuencia de las gravísimas lesiones que sufrió poco antes, al caer desde un sexto piso de altura en el Coll den Rebassa, en Palma. La Policía Nacional abrió una investigación para determinar las circunstancias del óbito. Al parecer, el hombre había llamado a su padre esa noche porque se encontraba mal, pero luego tuvo una discusión con él y le echó fuera de su casa.

El hombre se precipitó desde su domicilio, un ático ubicado en un sexto piso de una finca de la calle Cardenal Rossell, en el Coll den Rebassa, sobre las cinco y media de la madrugada. La víctima quedó en un patio interior. Cuando los vecinos descubrieron lo ocurrido avisaron de inmediato al 112, que movilizó a la central de ambulancias del 061 y dotaciones policiales.

Los equipos sanitarios encontraron al hombre ya en parada respiratoria, perlo le practicaron maniobras de reanimación y lograron remontarle. Fue trasladado en estado crítico a Son Espases, aunque no pudo superar las gravísimas lesiones que sufría y falleció poco después.

Al lugar acudieron poco después varias dotaciones de la Policía Nacional, que abrieron una investigación para determinar las circunstancias en las que se había producido la caída. Los agentes se encontraron con que el domicilio de la víctima estaba cerrado por dentro, por lo que tuvieron que solicitar la ayuda de los Bombers de Palma.

Los bomberos intentaron acceder desde el ático contiguo, pero no pudieron. Finalmente optaron por utilizar un vehículo autoescalera, para subir desde la calle Cardenal Rossell hasta la terraza del ático.

Una vez dentro, la Policía llevó a cabo una detenida inspección ocular para tratar de determinar cómo se precipitó el hombre al vacío. La víctima estaba sola en la casa, cerrada por dentro, por lo que las hipótesis que manejaban los investigadores eran una caída accidental o un suicidio.

Un vecino de la fina explicaba ayer que, pocas horas antes del incidente, el hombre había protagonizado un altercado con su padre, de 72 años.

Según explicaron, el hombre iba muy bebido esa noche y había llamado a su padre porque se encontraba mal. El anciano acudió a la casa y estuvo con él varias horas, pero cuando le propuso a su hijo que fueran a un hospital, este reacción con agresividad y le echó fuera de la casa.

El padre llamó a la Policía, preocupado porque le pudiera pasar algo a su hijo. Una patrulla acudió al domicilio, pero el hijo se negó a abrirles la puerta. El hombre permaneció en el rellano hasta las cinco de la madrugada, tratando de convencer a su hijo de que le abriera, pero fue inútil. Finalmente se marchó junto con los agentes de Policía. Apenas media hora después, el hombre se precipitó al vacío.