Un hombre de 50 años aceptó ayer una pena de dos años de prisión por entrar a robar en casa de su excuñado, en Porreres, de donde se llevó un sobre con 2.500 euros aprovechando que la familia estaba fuera, celebrando la comunión de su hija.

El juicio se celebró ayer en un juzgado de lo penal de Palma. El acusado reconoció ser el autor del robo, cometido en verano de 2016 en un domicilio de Porreres. El condenado sabía que la casa estaba vacía porque los moradores estaban celebrando la comunión de su hija. Abrió la puerta con una copia de la llave obtenida sin permiso y se tapó la cara con un trapo, para evitar ser reconocido en la grabación de la cámara de seguridad. Se llevó un sobre con 2.500 euros.

El fiscal pedía para él una pena de cuatro años de prisión. Tras confesar los hechos, el juez le condenó a dos años.