Un vecino de Cullera, en Valencia, ha aceptado una pena de seis meses de prisión por un delito de maltrato animal por dejar a su perra encerrada en el maletero del vehículo, estacionado en la calle a pleno sol un día de verano. El ahora condenado dejó allí al animal, en un espacio angosto junto a una bicicleta, a sabiendas de las condiciones en las que se quedaba y las temperaturas que podían alcanzarse en su interior, para irse a pasar el día a Alicante con unos amigos.

De no ser por la Policía Local, que acudió tras recibir un aviso de unos vecinos que escucharon sollozar al animal dentro del maletero, la perra habría fallecido, según ha quedado acreditado en el juicio celebrado el pasado jueves en un juzgado de lo penal de València. De hecho, los agentes constataron que en el interior de este compartimento del coche hacia una temperatura de unos 45 grados centígrados y había aire insuficiente para posibilitar una respiración normal.

Los hechos, reconocidos por el acusado durante la vista oral, se remontan al 6 de junio de 2015 cuando a las nueve de la mañana estacionó su vehículo en una calle, dejando encerrado en el interior del maletero a su perra Barbita para irse de fiesta con sus amigos a Alicante. Hasta las once de la mañana del día siguiente el acusado no regresó para interesarse por el estado del animal.

Por suerte el día anterior a que regresara, después de siete horas encerrada en el maletero, la Policía Local de Cullera rescató a la perra al ser alertados por unos viandantes que habían escuchado ladridos que apenas parecían un sollozo procedentes del interior.

Los agentes lograron abrir el vehículo y encontraron a la perrita convulsionando entre vómitos y sus propias heces, con ataxia y desorientación y una deshidratación grave. El animal tuvo que ser hospitalizado y requirió tratamiento para su curación.

El Fiscalía de Medio Ambiente solicitaba para el acusado un año de cárcel que finalmente, dada la conformidad alcanzada, se ha quedado en seis meses de condena. Además se le impone tres años de inhabilitación especial para trabajar con animales y la tenencia de los mismos. Al carecer de antecedentes no deberá ingresar en prisión pero sí asistir a un curso formativo relacionado con la protección de los animales.