La Policía Nacional de Palma arrestó ayer a un matrimonio formado por un senegalés de 51 años y una argelina de 32 por malos tratos habituales a dos de sus hijas, de nueve y tres años de edad. Fueron las compañeras de colegio de la hermana mayor las que dieron la voz de alerta, al descubrir las marcas de latigazos que la niña tenía en la espalda y los muslos. La investigación policial puso de manifiesto que el padre había propinado numerosos latigazos con un cable a la menor porque había perdido un zapato. La madre fue también arrestada por no haber evitado las torturas.

Fuentes policiales informaron ayer de que la detención de la pareja se produjo el jueves, un día después de recibir el aviso de un posible caso de malos tratos graves en una familia de Palma.

La niña de nueve años va a un colegio en el centro de la ciudad. Y fueron precisamente sus compañeras quienes se dieron cuenta de que podría estar sufriendo malos tratos. El pasado miércoles alertaron a sus profesores de que habían visto que la menor tenía numerosas marcas de latigazos en los muslos y la espalda. Los profesores trasladaron el aviso a la dirección del centro y de inmediato se activó el protocolo ante presuntos malos tratos, con lo que el aviso llegó a la Policía Nacional.

Los agentes de la Unidad de Familia y Menores (Ufam) se movilizaron de inmediato. Comprobaron que el matrimonio, residente en un domicilio en la barriada de Foners, tenía tres hijas -dos de nueve y tres años, y un bebé de pocos meses- y que las dos mayores presuntamente habían sufrido varios episodios de malos tratos.

Latigazos con un cable

El último lo había padecido la niña mayor. Al parecer hace pocos días había perdido un zapato, y cuando su padre se enteró la encerró en una habitación y allí le propinó numerosos latigazos con un cable. También la dejó ese día sin comer ni cenar.

De las investigaciones policiales se desprendía que estos hechos se habían repetido anteriormente, y que lo habían sufrido tanto la niña mayor como su hermana de tres años. El hombre castigaba a las niñas propinándoles bofetones y azotándolas con un cable. De hecho, los agentes concluyeron que la niña menor sufría más a menudo estas agresiones, ya que su padre la castigaba porque "gritaba mucho".

Los policías descubrieron que, aunque la madre no habría agredido nunca a las niñas, era conocedora de los malos tratos que sufrían y no había hecho nada por evitarlo.

Ante estas evidencias de que las niñas pudieran estar sufriendo malos tratos de forma habitual, los agentes de la Ufam detuvieron a la pareja el pasado viernes. La madre fue puesta en libertad con cargos, para que pudiera atender a su bebé de pocos meses. El padre permaneció arrestado hasta ayer por la mañana, cuando fue conducido al juzgtado de guardia. Allí prestó declaración como presunto autor de un delito de malos tratos habituales y quedó también en libertad con cargos.

Las dos niñas, de nueve y tres años de edad, fueron apartadas de sus padres de forma cautelar y trasladadas a un centro de protección de menores. De hecho, la niña mayor llegó a solicitar a la Policía que no la apartasen de sus padres, ya que ella solo quería que dejaran de pegarle.

En las diligencias que la Policía entregó al juzgado hay un informe sobre las lesiones que sufría la menor a consecuencia de los latigazos. En las fotos tomadas a la menor se aprecian claramente señales de decenas de latigazos que le cruzan la espalda y la parte posterior de los muslos

Las pesquisas policiales apuntan a que no se trató de un hecho aislado. Según los investigadores, las dos niñas venían sufriendo episodios de malos tratos desde hacía tiempo, unas agresiones que serían todavía peores en el caso de la niña de tres años.