La psicosis ante un supuesto ataque terrorista se instaló ayer entre el medio centenar de pasajeros que viajaba en el tren de Inca. Unos 50 metros antes de llegar a la estación de Son Costa y Son Fortesa de Palma, un incendio se declaró en el primer vagón del convoy. El maquinista y un empleado de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) resultaron heridos leves por inhalación de humo. Un pasajero fue asistido por una crisis de ansiedad.

El incidente ocurrió sobre las 7.40 horas cuando el tren se dirigía hacia la estación de Son Costa-Son Fortesa. Mientras el convoy estaba en mitad de un túnel y a punto de llegar a su destino, un cortocircuito en el techo del vagón causó un incendio y abrió un boquete de unos treinta centímetros. El fuego cayó sobre un asiento. Al ser ignífugo no prendió, pero se inició una gran humareda.

Al detectar la presencia de humo, el maquinista del tren eléctrico decidió detener la máquina para evitar que hubiera que lamentar algún incidente. Junto con otros empleados, utilizaron extintores para tratar de sofocar las llamas. No obstante, el frenazo y el posterior desalojo alarmó sobremanera a muchos pasajeros. Aunque no se registraron heridos, algunos viajeros creyeron ser víctimas de un supuesto ataque terrorista.

Luz al final del túnel

Una vez que se abrieron las puertas y se apearon del convoy, la luz al final del túnel tuvo un efecto balsámico mientras caminaban en la penumbra. La calma empezó a extenderse entre los usuarios. Sin embargo, alguna de estas personas tuvo que recibir asistencia médica para superar una crisis de ansiedad.

El maquinista y un empleado de SFM fueron evacuados en ambulancia por el Ib-salut hasta Son Espases y a la Mutua Balear. Mientras, la persona que tuvo la crisis nerviosa fue atendida 'in situ' por el personal sanitario.

Tras interrumpirse el servicio ferroviario como consecuencia de este incidente, un dispositivo especial de emergencias se activó en torno al convoy siniestrado. Varias dotaciones de Bombers de Palma, se movilizaron para sofocar el incendio y, sobre todo, colocar potentes ventiladores para evacuar la gran cantidad de humo acumulado.

Nada más comunicar la incidencia el maquinista, el fluido eléctrico de la catenaria se desconectó. De esta manera los usuarios pudieron caminar por el interior del túnel sin temor a sufrir una descarga eléctrica de los cables de media tensión.

"Ha habido momentos de tensión", reconoció ayer el director general de Emergencias del Govern Pere Perelló en la estación de Son Costa- Son Fortesa, desde la superficie. Perelló se congratuló por la total ausencia de heridos en el incidente. Aunque admitió un "susto importante" entre muchos de los usuarios.

Agentes de la Policía Científica y de la Policía Judicial abrieron una investigación para tratar de esclarecer la causa del incidente en el tren. Al parecer, un cable pelado en contacto con el aire entró en llamas por la acción del calor.

Mientras tanto, Serveis Ferroviaris de Mallorca decidió interrumpir el tráfico de los trenes durante dos horas, el tiempo que los efectivos permanecían en el interior del túnel examinando el convoy y atendiendo a las víctimas.

A partir de las 9.35 horas, el servicio de trenes empezó a recobrar la normalidad gradualmente. En cualquier caso, los retrasos acumulados alteraron el horario de paso habitual.