Cuando un turista alemán caminaba solo de madrugada por la Playa de Palma, cuatro prostitutas nigerianas le abordaron. Sus servicios sexuales fueron el pretexto para aproximarse a la víctima. Mientras dos meretrices le sujetaban los brazos, una tercera le arrancó la cadena de oro que portaba de un tirón antes de emprender la huida. La Audiencia Provincial de Palma la ha condenado a un año de prisión por un delito de robo con violencia.

Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de la madrugada del 20 de junio de 2015. Cuatro mujeres nigerianas se encontraban ejerciendo la prostitución en la carretera de s'Arenal, a la altura del Balneario ocho, cuando, de repente, vieron acercarse al lugar donde se encontraban a una víctima potencial de una fechoría.

Un turista alemán caminaba solo por la zona, a altas horas de la madrugada, en un más que probable estado de embriaguez. Esto le convertía en el objetivo perfecto de un atraco.

Antes de que la víctima pudiera reaccionar, se vio rodeada por las cuatro mujeres. Cada una de ellas tenía perfectamente delimitada su misión de antemano, para evitar que el individuo se pudiera resistir lo más mínimo. Así, mientras una le sujetaba fuertemente de un brazo para que no pudiera moverse, otra le inmovilizaba agarrándole de la otra extremidad.

Con el camino expedito, una tercera prostituta le dio un fuerte tirón de la cadena de oro que portaba el turista germano hasta arráncarsela del cuello. Una vez que habían obtenido el botín, las cuatro meretrices emprendieron la huida a la carrera.

La víctima denunció el robo de la cadena que acababa de sufrir. Agentes de la Policía detuvieron poco después a una de las cuatro prostitutas que habían participado en el robo. El turista valoraba la joya sustraída en unos 3.000 euros.

La única meretriz detenida por su presunta participación en el atraco al turista alemán fue juzgada a comnienzos del presente año. El Juzgado de lo Penal número 5 de Palma la condenó a un año de prisión, en sentencia dictada el 16 de marzo pasado, por un delito de robo con violencia y a indemnizar a la víctima una vez que fuera tasada. No obstante, se le aplicó el atenuante de dilaciones indebidas por el retraso que afectó a la causa.

Contra esta sentencia, la meretriz interpuso un recurso de apelación. Sin embargo, la Audiencia Provincial lo desestimó en su totalidad y confirmó todos los extremos de la anterior resolución judicial.