"Llamé a mi amigo Moses y le dije que me estaba muriendo". Con estas dramáticas palabras se refirió ayer al estado en el que se encontraba ante el tribunal la víctima de un apuñalamiento en las puertas de una discoteca de Playa de Palma. Dos procesados se sentaron en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial por un presunto delito de tentativa de homicidio y otro de robo con violencia. El fiscal pide para ambos penas que suman 13 años de prisión.

Los hechos que fueron ayer enjuiciados tuvieron lugar sobre las cinco de la madrugada del 6 de octubre del año pasado tras una discusión entre varios hombres, de nacionalidad senegalesa, en la puerta de una discoteca de la calle Trasimé.

De acuerdo con el escrito del fiscal, el agresor propinó un puñetazo en el rostro a la víctima, le apuñaló en el costado y le hizo un corte en el labio. Mientras, otro individuo se encontraba sujetándole para que no se moviera.

Según describieron dos forenses ayer en la sala, la cuchillada que le alcanzó el costado izquierdo, aunque de escasa profundidad, le causó un hemoneurotórax que podría haberle causado la muerte de no haber recibido atención médica urgente.

De acuerdo con la explicación de la víctima, una joven le había pedido tabaco cuando había salido a fumar y, al darle un cigarrillo, se produjo la agresión con arma blanca a manos, presuntamente, de su pareja.

"¡Tenía la intención firme de matarme!", explicó la víctima, que fue excarcelada de otra causa por la que cumplía condena para comparecer ante el tribunal. El hombre acuchillado negó que se hubiera dirigido previamente a la novia del presunto agresor.

El hombre que fue acuchillado dijo desconocer al hombre que le había apuñalado. También aseguró que había identificado a otro que le sujetaba "como si fuera un animal", mientras sufrió la agresión con arma blanca. Luego le desapareció el teléfono móvil y algunos efectos.

"Es a mi a quien buscáis"

El presunto autor del apuñalamiento dio ayer una versión en la sala sustancialmente distinta a la de la víctima. De hecho, aseguró que esta le había increpado en el interior del establecimiento y le conminó a que ambos salieran de la discoteca. Asimismo, el principal acusado de tentativa de homicidio negó que fuera él el portador del cuchillo y aseguró que era la víctima la que esgrimió el arma blanca. "Le doblé la mano y se lo clavó en un costado durante el forcejeo", explicó.

La víctima llegó renqueante a su domicilio, debido a la masiva pérdida de sangre. Desde allí llamó a su compañero de piso para pedirle auxilio. El herido fue trasladado en ambulancia a Son Espases para ser intervenido quirúrgicamente de urgencia.

Poco después de producirse el apuñalamiento, agentes de la Policía Nacional se desplazaron a la discoteca para tratar de dar con el autor de las cuchilladas. Al llegar al domicilio del sospechoso, este lo reconoció. "He sido yo. Es a mi a quien buscáis", contestó al funcionario antes de extender las manos para ser engrilletado.