La Guardia Civil ha destapado una trama que utilizaba una gestoría para simular miles de operaciones para evitar pagar impuestos. Los investigadores y técnicos de Hacienda calculan que la red habría realizado miles de transacciones falsas, y que el volumen del fraude a las arcas públicas alcancaría los 1.150.000 euros.

La "operación Morabatí" ha sido desarrollada por agentes de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odaifi) de la Guardia Civil, que llevaban meses siguiendo las actividades de los responsables de una gestoría, que se dedicaban a simular compraventas de vehículos para evitar pagar los impuestos correspondientes a la Agència Tributària de Balears.

Al parecer, la gestoría compraba sobre el papel los vehículos a sus dueños e inmediatamente los revendía a otros particulares. Como tanto la compra como la venta se realizaba a través de una empresa, en las operaciones se evitaban el pago de impuestos que gravan estas operaciones entre particulares.

La investigación tuvo un momento clave el pasado 18 de julio, cuando efectivos de la Guardia Civil e inspectores de la Agència Tributària de Balears realizaron un registro con autorización judicial en la gestoría bajo sospecha, en la calle Enric Alzamora. En la inspección participó también un contingente de guardias de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic), lo que provocó una gran expectación entre los vecinos.

Desde entonces los técnicos de Hacienda han tenido que revisar miles de operaciones realizadas a través de la gestoría hasta determinar el volumen del fraude. Este trabajo se ha prolongado durante meses.

Según estos informes, estas operaciones podrían afectar a 9.000 personas. El volumen defraudado a la Hacienda autonómica se elevaría a 1.150.000 euros, y los miembros de la organización habrían obtenido unos beneficios de 400.000 euros.

En la operación han sido detenidas seis personsa, entre los que estarían los responsables de la gestoría y diversos colaboradores.

En la investigación han colaborado estrechamente agentes de la Odaifi de la Guardia Civil con técnicos de la Agència Tributària de Balears.