La Audiencia de Palma tiene previsto juzgar la semana que viene a un hombre por abusar sexualmente de una prostituta de la ciudad a la que supuestamente drogó con burundanga, una sustancia que anula la voluntad, en mayo de 2014.

La fiscalía solicita una pena de ocho años de cárcel para el sospechoso, español de 56 años, quien presuntamente inyectó una sustancia en la zona lumbar de la víctima, a la altura de los riñones, lo que provocó que esta quedara en un estado de semiinconsciencia con sus facultades intelectivas y volitivas anuladas, accediendo a todo lo que se le indicaba. Los investigadores sospecharon que podría haber sido drogada con escopolamina, nombre científico de la burundanga, conocida también como la droga de la sumisión, si bien no se detectó esta sustancia en su organismo.

El procesado aprovechó estas circunstancias para colocar una cámara de vídeo en un trípode y le manifestó que quería hacer una película porno, según la fiscalía. Así, mientras la cámara grababa, le decía que hiciera poses y se sometiera a varias prácticas sexuales no consentidas, según la acusación.

Los hechos se remontan a la noche del 20 de mayo de 2014 cuando el hombre se acercó con un coche a la calle Escola Graduada y contrató los servicios sexuales de la mujer, con la que ya había contactado en otras ocasiones sin ningún tipo de incidente.

La víctima subió al vehículo, se desnudó y ambos se dirigieron hasta un descampado en Puig de Ros, en Llucmajor, donde el sospechoso empezó a comportarse de forma autoritaria. Le dijo que hiciera todo lo que él le decía y le indicó que se tomara una raya de cocaína. Luego, la abrazó y aprovechó para pincharle una sustancia en la zona de los riñones.