Un juzgado de Palma condenó ayer a una madre a un año de prisión por dejar sola en casa, encerrada con llave, a su hija de cinco años para irse a un bar de la ciudad a principios de enero de 2016. La menor, tras un largo periodo de espera, empezó a tener miedo y ansiedad.

A las diez de la noche, la niña, presa del pánico, empezó a gritar hasta que un vecino la escuchó y acudió a rescatarla. Al final, logró acceder a ella desde una claraboya. La progenitora, una ciudadana de origen boliviano de 31 años, no apareció hasta cerca de las doce de la noche en la comisaría de Policía. Unos familiares se habían hecho cargo entonces de la pequeña.

La madre acusada ayer reconoció los hechos en la sede judicial de Vía Alemania en Palma. La mujer, para quien la fiscalía solicitaba una condena inicial de dos años de cárcel, finalmente se conformó con una pena de un año de prisión.

Delito de abandono de menor

La progenitora se declaró responsable de un delito de abandono temporal de menores y, acto seguido, la magistrada dictó sentencia 'in voce' contra ella y le impuso un año de cárcel.

Los hechos ocurrieron el pasado 8 de enero de 2016 en Palma. En una hora no determinada de la tarde de ese día, la madre dejó sola y encerrada con llave a su hija de cinco años en su domicilio, situado en la capital balear, mientras ella estaba en un bar.

Según la versión de la fiscalía, la mujer no adoptó la más mínima precaución por si su hija la necesitaba, lo que causó en la niña un estado de mucho miedo y ansiedad.

Sobre las diez de la noche, la menor, presa del pánico, gritó hasta que un vecino la escuchó y consiguió sacarla a través de la vivienda de otro morador pudiendo acceder a ella desde una claraboya. Así, la víctima fue rescatada y tranquilizada.

La madre acusada no apareció en la comisaría de Policía hasta casi dos horas después de que la niña fuera liberada, aproximadamente a las doce menos diez minutos de la noche.

Unos familiares ya se habían hecho cargo de la menor, según la tesis del ministerio público.

Ayer al mediodía, la encausada admitió los cargos y confesó que dejó a su hija en casa, cerrada con llave, mientras ella estaba en un bar de Palma. En esas fechas, la niña tenía cinco años.