La juez envió ayer a prisión a una pareja como presuntos autores de más de una decena de robos en el interior de vehículos estacionados en las calles de Palma. Además de desvalijar los objetos de valor, el hombre aprovechaba sus conocimientos de mecánica para abrir el capó de los coches y sustraer con sigilo la batería.

Los delincuentes habían desplegado durante estos meses de verano una actividad frenética. La fractura de una ventana de coches estacionados en el polígono Son Castelló para arrebatar teléfonos móviles y tablets de los vehículos era su delito más habitual.

A raíz de las numerosas denuncias recibidas en los últimos días, agentes del Grupo de Investigación de la Comisaría del distrito Oeste de la Policía Nacional se hicieron cargo del caso.

Los investigadores repararon en la coincidencia de la franja horaria, la zona geográfica de Palma y el 'modus operandi' con el que perpetraban las numerosas fechorías.

Muchos denunciantes aseguraban haber visto merodeando por la zona un Citroën Xsara blanco con una pareja dentro. La grabación de las cámaras de un taller mecánico donde se habían cometido los robos fue determinante para que la Policía los identificara y los detuviera. La juez los envió ayer a prisión.