Un joven rumano aceptó ayer dos años de prisión por estafar 450.000 euros mediante un cambiazo de sobres a un empresario en Mallorca. El acusado y otra persona simularon actuar como intermediarios en la venta de un edificio en Calvià, y cuando acudió con la víctima a un banco para depositar el dinero de su comisión por la operación inmobiliaria, sustituyó el paquete con el dinero por otro que contenía folios. El procesado admitió ayer los hechos en la Audiencia Provincial y se comprometió a devolver 150.000 euros al perjudicado.

Los hechos se remontan a finales del mes de agosto de 2014. Una pareja pretendía vender por tres millones de euros un edificio situado en la calle Jacinto Benavente de Peguera, propiedad de su empresa. Un hombre rumano que actuaba con un identidad falsa, simulando actuar en representación de un potencial comprador, se ofreció a actuar como intermediario. Pidió una comisión de 700.000 euros y la pareja aceptó durante una reunión en Madrid. El falso mediador les dijo que enviaba a su sobrino a Mallorca para comprobar el estado del inmueble y hacerse cargo del primer pago por sus servicios, de 450.000 euros.

Así, el 25 de agosto el procesado, también actuando con una identidad falsa, se reunió con el empresario en una entidad bancaria de Palma. La víctima le mostró los 450.000 euros en billetes de 500 que tenía depositado en una caja de seguridad y el acusado, tras verificar la cantidad, los introdujo en un sobre y, sin que el empresario se diera cuenta, lo cambió por otro lleno de folios. Fue este paquete el que se quedó en la caja de seguridad. El joven se llevó el dinero, huyó de Mallorca y no acudió a la cita concertada el día siguiente para formalizar la venta del inmueble en una notaría.

El acusado se declaró ayer ante el tribunal autor de un delito de estafa agravada tras alcanzar un acuerdo la fiscalía, la defensa y el abogado de la acusación particular, David Salvà.