Un hombre acusado de malos tratos habituales a su pareja en Palma reconoció ayer los hechos y aceptó una pena de dos años de cárcel. El acusado y la víctima declararon ayer ante la Audiencia Provincial y la defensa se adhirió a la petición del fiscal, que rebajó sustancialmente su petición inicial.

El procesado reconoció la acusación por maltrato habitual, tantó físico como verbal, con expresiones tales como "lo que te mereces es que te corte a trocitos, que te meta en la licuadora y te tire por el baño". Las acusaciones se modificaron a dos penas de nueves meses y una pena de seis meses de cárcel para el acusado.

El agresor manifestó su arrepentimiento por lo ocurrido, mientras que, la víctima afirmó que "no lo quiero ver cerca mío, le tengo miedo, no quiero que vaya a la cárcel, pero no lo quiero cerca mío".

El procesado, de origen ecuatoriano, en su defensa afirmó ayer que la relación con la mujer, de nacionalidad colombiana, comenzó a empeorar a raíz de la adicción al consumo de cocaína por parte de la afectada.

A principios de 2016 se produjeron varias discusiones conflictivas y dos agresiones sexuales, según denunció la víctima. El encausado, en reiteradas ocasiones durante su defensa, sostuvo que en ningún momento le agredió sexualmente, no confirmó haberle pegado y desmintió que no la encerraba en su casa. Los únicos insultos que llegó a decir, según el acusado, fueron "sucia" y "guarra". También, él mismo, negó que le hubiera manifestado a la víctima que tuviera celos porque estuviera con otros hombres.

La víctima declaró haber sufrido acoso por el agresor y humillación tras escuchar afirmaciones como "te voy a asesinar","no vales nada" y "te voy a degollar", entre otras

Tras unos meses de convivencia en la misma casa, el acusado encerró a su novia en el hogar y le quitó el teléfono con la intención de que la víctima no pudiera pedir ningún tipo de ayuda.

"Después de la paliza, me consolaba y yo lo perdonaba", aseveró la perjudicada. Desde finales de 2015 que comenzó la relación, hasta finales de marzo del próximo año, la víctima sufrió el acoso del acusado.

Finalmente un juzgado le impuso al hombre, el 23 de marzo de 2016, una orden de alejamiento, que sigue vigente en la actualidad.

El acusado si no cumple con esa orden de alejamiento, estará obligado a indemnizar con tres mil euros a la mujer y a cumplir los veinticuatro meses de cárcel a los que ha sido condenado por maltrato habitual a su pareja.