La Policía Nacional localizó y trasladó al hospital de Son Espases al bebé de una mujer drogadicta que nació con el síndrome de abstinencia y corría el riesgo de sufrir una muerte súbita. El recién nacido, de apenas diez días, se encuentra estable en el Área de Pediatría del hospital, sometido a observación.

Como adelantó ayer DIARIO de MALLORCAadelantó ayer DIARIO de MALLORCA, un juzgado de Palma había enviado tanto a la Policía Nacional como a la Policía Local de Palma un oficio que ordenaba la localización inmediata del recién nacido, después de que los médicos de Son Espases alertasen de que corría el riesgo de sufrir una muerte súbita.

El bebé nació hace unos diez días en el hospital de referencia palmesano, tras un embarazo sin ningún control médico. Al parecer la madre es drogadicta.

Después de dar a luz, los padres se marcharon del hospital con el bebé sin esperar el alta. Dos días después, los médicos recibieron los resultados de los análisis que le realizaron al neonato, y descubrieron una alta concentración de metanfetaminas en su organismo, una droga conocida en la calle como speed.

Riesgo de muerte súbita

Los pediatras concluyeron que el bebé había heredado la adicción de su madre, por lo que estaría bajo los efectos del síndrome de abstinencia y corría el riesgo de sufrir una muerte súbita. Determinaron que era urgente que fuera ingresado de nuevo en el hospital para ser sometido a seguimiento, pero no tenían forma de localizar a los padres.

Desde el centro sanitario se informó al juzgado que estaba de guardia en Palma, y el juez dictó un oficio dirigido a la Policía Nacional y Policía Local de Palma para que localizaran cuanto antes al bebé.

Agentes de la Policía Nacional lograron encontrar a los padres poco tiempo después. Informados sobre los resultados de los análisis y las disposiciones de los médicos, la pareja no puso ningún inconveniente en trasladarse de nuevo al hospital para que los pediatras controlaran la salud del neonato.

Fuentes de Son Espases confirmaron que el recién nacido se encuentra actualmente en situación estable, ingresado en el Área de Pediatría del hospital, donde permanecerá hasta que los médicos consideren que su vida no corre peligro. La Policía no imputa ningún delito a los padres.