Un hombre de 46 años llamó el pasado martes a la Policía Local de Palma para denunciar a su esposa por pegarle y acabó detenido por malos tratos. Los agentes que acudieron al domicilio no vieron en el requiriente ningún indicio de que hubiera sido agredido, mientras que la mujer, que estaba encerrada en el cuarto de baño, presentaba claras señales de golpes.

Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando la central del 092 recibió una llamada en la que un hombre manifestaba que había sido agredido por su esposa.

Una patrulla de la Policía Local acudió de inmediato al domicilio. El hombre les abrió la puerta y les explicó que su mujer le había pegado y se había encerrado en el cuarto de baño. Los policías no vieron en el requiriente ningún indicio de haber sido agredido. La mujer salió entonces del baño y observaron que tenía señales de golpes en la espalda.

La mujer manifestó que la noche anterior su marido había llegado ebrio a casa y había mantenido una fuerte discusión con su padre, por lo que tuvieron que pedir la intervención de la Policía Nacional para calmarle. Esa mañana había vuelto de nuevo borracho y la había golpeado, por lo que ella se había refugiado en el cuarto de baño.

Los agentes confirmaron la intervención de una patrulla de la Policía Nacional la noche anterior. Ante los indicios en su contra procedieron a la detención del hombre por un presunto delito de violencia de género.