La escena tiene lugar en la playa de Magaluf. Una persona yace inconsciente en la arena. De repente, aparece un grupo de porteros de un beach club, con pinganillos al oído. Pese a que ya no se encuentran en el establecimiento, los miembros del personal arremeten contra varios individuos y les propinan puñetazos y patadas. Uno de ellos aplica a un hombre la técnica del mataleón -maniobra para cortar la entrada de aire oprimiendo el cuello- y la víctima no tarda en caer desplomada de rodillas en la playa.

El incidente tuvo lugar hace unos días en el concurrido núcleo turístico de Calvià. De hecho, el epicentro fue uno de las más afamados beach club de Magaluf. Uno de los testigos grabó un vídeo, subido a las redes sociales, en los que se observa la espectacular trifulca.

El hecho que más llama la atención es que un grupo de empleados, en principio controladores de acceso, no tiene reparos en abandonar los confines del establecimiento donde trabajan para participar en la pelea en la playa. La normativa del Consell de Mallorca para este tipo de locales establece que, en el caso de Calvià, se ha de avisar a la Policía Local o a la Guardia Civil ante cualquier problema de seguridad.

El comportamiento de estos fornidos porteros no se ciñe a esta normativa. Uno de ellos se sube a horcajadas sobre un hombre que esta tendido en la arena de la playa. A su lado, otros corpulentos empleados, dedicados en principio al control de acceso al establecimiento, se ponen en guardia para evitar que nadie se acerque.

De repente, uno de las personas que se encuentra en bañador en la zona da un empujón sobre un portero. La respuesta no se hace esperar. Con puñetazos y patadas, el personal dispersa a estos individuos.

Sin avisar a la Guardia Civil

La acción más grave, y peligrosa, se observa al fondo. Las imágenes muestran cómo un fornido empleado utiliza la conocida técnica del 'mataleón' para atacar a un individuo.

El portero aprieta fuertemente el cuello de la víctima por la espalda. Al oprimirle las vías respiratorias, impide que le entre aire. Los efectos son inmediatos. El sujeto se desploma de rodillas y queda tendido en el suelo.

Lo llamativo de esta violenta acción es que nadie llama a las Fuerzas de Seguridad del Estado. La escena es presenciada por multitud de curiosos, que en esos momentos se encuentran en la playa.

Por su parte, el grupo de corpulentos porteros regresa sin más al interior de las instalaciones del beach club de Magaluf para velar, aparentemente, por el control de acceso del local.