Un obrero ecuatoriano de 36 años murió ayer al derrumbarse un chalé en construcción en una urbanización en Marratxí. La víctima, identificada como Cristian Paul M.G., quedó atrapada bajo los escombros al ceder el forjado de la primera planta del inmueble y su cadáver tuvo que ser recuperado por los Bombers. Otro trabajador, marroquí de 43 años, resultó herido en el siniestro, al ser alcanzado los escombros cuando huía del lugar tras detectar que el edificio se venía abajo, aunque no se temía por su vida. La Guardia Civil y la Inspección de Trabajo han iniciado ya una investigación para esclarecer las causas del siniestro.

El accidente se produjo en un solar situado en el número 8 de la calle Atenas, en la urbanización sa Planera, donde se estaba construyendo una vivienda unifamiliar de varias plantas. Al parecer, las obras se habían reanudado hace unos días tras varios meses paralizadas. Poco después de las tres de la tarde, los obreros descubrieron que el edificio empezaba a venirse abajo y corrieron para ponerse a salvo. Uno de ellos no lo consiguió y quedó atrapado bajo una montaña de escombros cuando el chalé se derrumbó completamente.

Varias llamadas alertaron de inmediato a los servicios de emergencias. Al lugar acudieron varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local de Marratxí, tres ambulancias y dotaciones de los Bombers de Mallorca del parque de Inca. Los especialistas consiguieron recuperar el cuerpo del trabajador atrapado, pero los servicios sanitarios ya solo pudieron certificar su defunción. El obrero fue identificado como Cristian Paul M.G., ecuatoriano de 36 años. El óbito fue comunicado al juzgado de instrucción número 11 de Palma, en funciones de guardia. Empleados de la funeraria trasladaron el cadáver al Instituto de Medicina Legal, donde hoy se practicará la autopsia.

Otro obrero, un marroquí de 43 años, resultó herido al ser alcanzando por los cascotes. Su estado era menos grave y tras ser atendido en el lugar fue trasladado en ambulancia a la Mutua Balear.

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha puesto ya en marcha una investigación para esclarecer las causas del derrumbe del edificio y determinar las posibles responsabilidades. Los investigadores tenían previsto tomar declaración a los trabajadores y los encargados de la obra. El siniestro fue comunicado también a la Inspección de Trabajo, cuyo personal se desplazó al lugar del accidente laboral para elaborar un informe sobre lo ocurrido.