Varios vecinos de Son Banya atacaron el martes a pedradas a la Policía Nacional tras la detención de un violento atracador en el poblado. Los agentes recibieron una lluvia de piedras, una de las cuales fracturó la luna de un coche, cuando abandonaban la zona con el sospechoso. Los policías respondieron disparando pelotas de goma para contener la algarada. Un joven fue detenido ayer por su participación en los incidentes, acusado de un delito de atentado.

Los hechos ocurrieron el martes por la tarde. La Policía descubrió que un joven, acusado de herir a dos taxistas para robarles en los últimos días en Palma, se había atrincherado en una vivienda de Son Banya. A las dos y media de la tarde, numerosos agentes se desplegaron por el poblado para capturarlo. El acusado estuvo escondido durante casi cinco horas, hasta que a las siete de la tarde fue finalmente detenido. El supuesto atracador, de 28 años, tiene varios antecedentes y sobre él pesaban ya hasta siete reclamaciones judiciales y policiales.

Cuando los policías se marchaban ya del poblado con el acusado, un grupo de vecinos les atacó. Lanzaron piedras contra la comitiva policial, alcanzando uno de los coches. Algunas de las rocas estuvieron a punto de impactar en la cabeza de un agente. Los funcionarios respondieron con pelotas de goma, logrando así atajar la revuelta.

Las pesquisas posteriores permitieron identificar a uno de los implicados en los incidentes, un joven de 20 años que fue detenido ayer a mediodía en Son Banya por un delito de atentado.

Mientras, el presunto atracador, Pedro M.S. de 28 años, continuaba ayer en dependencias policiales a la espera de ser puesto a disposición judicial. Los investigadores del grupo de Atracos le consideran autor de dos violentos asaltos a taxistas cometidos en los últimos días. El primero se produjo el pasado sábado, hacia la una de la madrugada en Son Malferit. La víctima estaba limpiando su vehículo cuando dos personas se abalanzaron sobre ella y trataron de robarle el cajetín con la recaudación, propinándole un golpe en la cabeza con un objeto contundente y causándole una herida sangrante. Esa misma noche, robaron un ciclomotor que ha podido ser recuperado ahora.

El segundo atraco tuvo lugar el lunes por la mañana, cuando el acusado supuestamente tomó un taxi en la calle Manacor. Al llegar al poblado, amenazó al conductor con un cuchillo para que le entregara el dinero y, durante un forcejeo, le clavó el arma en el antebrazo, provocándole un profundo corte. El delincuente logró huir llevándose consigo el teléfono móvil de la víctima.