Un juzgado ha imputado a un policía local de Bunyola por no atender a una familia que acababa de sufrir un atraco en su domicilio. El agente está citado a declarar a principios de septiembre como investigado por un presunto delito de denegación de auxilio. Una de las víctimas denunció que cuando llamó a un teléfono móvil oficial de la Policía Local para alertar de lo ocurrido, el agente replicó que ya había terminado su turno y le indicó que contactara con el 112. El funcionario ni siquiera reflejó el requerimiento en la hoja de servicios del día y los perjudicados tuvieron que esperar tres horas hasta que llegó una patrulla de la Guardia Civil desde Calvià. La propia Policía Local de Bunyola instruyó un informe penal sobre el comportamiento del agente y lo remitió al juzgado de guardia de Palma.

Los hechos ocurrieron el pasado 25 de junio, hacia las diez de la noche. Un hombre sorprendió a un ladrón en su domicilio, en un chalé de Palmanyola. Al verse descubierto, el intruso bajó corriendo las escaleras y amenazó de muerte al morador. Ambos forcejearon unos instantes y la víctima cayó al suelo, golpeándose con una puerta y sufriendo lesiones en un hombro. El delincuente aprovechó entonces para huir, llevándose consiguió 700 euros en metálico y cuatro joyas valoradas en más de 2.000 euros.

No hizo ninguna gestión

El hombre llamó al 112 e instantes después llegaron al lugar su mujer y su hijo. Fue ella quien decidió contactar con la Policía Local de Bunyola a través de uno de los teléfonos móviles oficiales del cuerpo, ya que tenían miedo de entrar en la vivienda por si había alguien más. Lo hizo a las 22:22 horas y el agente que respondió la llamada, tras ser informado de lo ocurrido, le respondió que su turno había terminado a las 22 horas y que estaba ya cambiándose de ropa, indicándole que llamara al 112 y que en el municipio no hay personal policial en toda la noche.

La perjudicada denunció el robo ante la Guardia Civil y acudió días después al Ayuntamiento de Bunyola para presentar una instancia, quejándose de lo ocurrido y solicitando presencia policial por las noches. En el escrito, la mujer explicó que pasaron tres horas hasta que una patrulla de la Guardia Civil, procedente de Calvià, acudió a su domicilio.

La instancia de esta ciudadana llevó a la Policía Local de Bunyola a abrir una investigación interna. El oficial jefe encargado de las pesquisas detectó evidencias de que el agente había actuado de forma irregular y redactó un informe penal. En él hace constar que el policía investigado no anotó en su hoja de servicios del día ninguna referencia a la llamada sobre el robo violento en Palmanyola. Además, aportó una conversación de Whatsapp en la que el funcionario en cuestión le informaba a las 22:25 horas, tres minutos después de recibir la llamada de la víctima, de que había terminado su servicio sin informarle de lo sucedido. El informe penal, que fue remitido a finales de julio al juzgado de guardia de Palma, recordaba que la ley obliga a los miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad a "llevar a cabo sus funciones con total dedicación, debiendo intervenir siempre, en cualquier tiempo y lugar, se hallen o no de servicio, en defensa de la ley y la seguridad ciudadana".

Con este informe penal, un juzgado de instrucción de Palma ha abierto diligencias previas por un supuesto delito de denegación de auxilio por parte de funcionario. El magistrado que investiga los hechos ha citado a declarar al agente en calidad de investigado a principios de septiembre.