"Los niños pasaron miedo por el terremoto. Todos los cristales de la casa se rompieron". Un mallorquín relata cómo vivieron sus dos hijos, de cuatro y seis años, el fuerte temblor registrado el pasado lunes por la noche en la isla de Ischia, al sur de Italia. Los dos menores se vieron sorprendidos por el seísmo de magnitud 4 en la escala de Richter cuando pasaban unos días de vacaciones con parte de la familia materna, que es italiana, en la localidad de Lacco Ameno, muy cerca de Casamicciola, cuya parte alta quedó devastada y sufrió cuantiosos daños al desplomarse numerosas viviendas.

"Los niños se asustaron por el terremoto. Fueron evacuados de madrugada en barco desde la isla de Ischia a Pozzuoli, muy cerca de Nápoles. Ahora, ya están a salvo en Nápoles", explica el progenitor. Miles de turistas y residentes fueron abandonando la isla tras el primer temblor, que causó dos muertos y 41 heridos. Luego, se sucedieron las réplicas.

"Esta mañana (por ayer) todavía se movía la isla. Se han producido nuevos temblores", detalla el joven manacorí. Sus dos hijos zarparon sobre las dos y media de la mañana del martes desde Ischia Porto en una embarcación de línea extraordinaria para evacuar a los afectados al continente. La distancia entre la isla y Pozzuoli es de unas doce millas náuticas, unos 20 kilómetros.

La familia materna de los niños cuenta con una vivienda en Lacco Ameno, donde pasan varios días de vacaciones. Los dos menores acuden también cada verano a s'Illot, el núcleo costero de Manacor. "No sabemos cómo ha quedado la casa de Lacco Ameno. Querían ir a ver la vivienda, pero por ahora esperaremos un poco", indica el mallorquín.

"Tenía grietas y todos los cristales de las ventanas se rompieron durante el terremoto, pero la casa se mantenía en pie el lunes por la noche", añade esperanzado el manacorí, cuyos hijos tienen doble nacionalidad, italiana y española. Él evitó el seísmo al encontrarse navegando por el mar Tirreno, por las islas Eolias, cerca de Sicilia.

Graves daños

El lunes, un terremoto de magnitud 4 en la escala de Richter hizo temblar la isla de Ischia y provocó cuantiosos daños en la parte alta de la localidad de Casamicciola. Muchas casas se vinieron abajo y otras sufrieron graves daños en sus fachadas y sus muros.

Los vecinos y también expertos como ingenieros o técnicos de construcción critican en Italia que el terremoto no era de tal intensidad como para provocar los daños que causó. A su juicio, las consecuencias del seísmo fueron superiores porque muchas casas construidas en esta localidad eran ilegales y fueron levantadas con materiales de baja calidad y sin tener en cuenta las condiciones del terreno

La polémica sobre el estado de los edificios en Italia no es nueva. Ya hace un año, después del terremoto que devastó localidades como Amatrice en el centro de Italia, se abrió un debate sobre la calidad de las construcciones.

La isla de Ischia es una de las más bellas de Italia y, aunque habitualmente cuenta con unos 70.000 habitantes, en periodos estivales se convierte en destino turístico y llega incluso a acoger a 300.000 personas.