La Audiencia de Palma ha ratificado una condena de 25 meses de multa para un hombre por robar una motocicleta, marca Vespa, que estaba correctamente estacionada en Can Pastilla, y circular con ella en estado ebrio, drogado y sin carné hasta estrellarse contra la valla de una finca de madrugada en el verano de 2014.

El tribunal de la sección primera ha desestimado el recurso de apelación del sospechoso y ha confirmado en su integridad la sentencia del juzgado de lo penal número 5 de Palma, que absolvió al encausado de un delito contra la seguridad vial y otro de daños, pero le condenó por otros dos delitos contra la seguridad del tráfico y por hurto de uso de vehículo de motor. Así, la magistrada le impuso penas que suman 25 meses de multa con una cuota diaria de tres euros, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un periodo de un año y cinco meses.

En concepto de responsabilidad civil, el conductor, un extranjero, deberá indemnizar a uno de los perjudicados con 1.293 euros por la motocicleta robada y siniestrada y al dueño de la finca donde ocurrió el accidente con 260 euros por los desperfectos ocasionados en la valla.

Según se declara probado, los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 13 de agosto de 2014 cuando el acusado se apoderó de una motocicleta, marca Vespa, que su propietario había dejado correctamente estacionada en la Carretera Militar, en Can Pastilla.

Posteriormente, el sospechoso condujo la moto después de haber ingerido bebidas alcohólicas y consumido cannabis, lo que disminuía sus aptitudes y reflejos para la conducción. Así, poco después, colisionó contra la valla de la entrada de una finca ubicada en el Camí de ses Barraques, en Palma. El hombre carecía de permiso de conducir por no haberlo obtenido nunca, según señala la sentencia.

Los desperfectos ocasionados en la Vespa no fueron valorados debido a que la reparación resultó antieconómica. El valor venal del vehículo era de 995 euros. Mientras, los daños ocasionados en el vallado de la finca fueron pericialmente tasados en 260 euros.

La Audiencia de Palma destaca que el fallo de la primera sentencia está motivado y no aprecia errores de valoración, como mantiene la defensa en su recurso de apelación. La sala recalca que los indicios en que se basa la magistrada para sustentar la autoría del hombre de los delitos por los que es condenado son "plurales" y están plenamente acreditados en virtud de la prueba personal. La sentencia es lógica, racional y concluyente, según el tribunal.