Un hombre de unos 40 años murió ayer al quemarse a lo bonzo en un bosque en Son Xigala, en Palma. Según la investigación de la Policía Nacional, compró gasolina en una estación de servicio cercana, se dirigió a una zona apartada y se prendió fuego tras rociarse el cuerpo con el combustible. Los bomberos encontraron el cuerpo tras ser alertados de un posible incendio forestal en la zona y sofocaron las llamas. Los agentes del grupo de Homicidios y la Policía Científica no han encontrado ningún indicio de criminalidad y descartan la intervención de otras personas en los hechos.

Poco después de las nueve y media de la mañana, un ciudadano llamó al 112 para informar de que veía una columna de humo en una zona boscosa junto al camino de La Vileta. Los servicios de emergencias activaron el protocolo de incendios forestales y tanto los Bombers de Palma como el Ibanat se movilizaron.

Cuando las primeras dotaciones llegaron al lugar encontraron el cadáver de una persona ardiendo. El fuego no se había extendido y en cuestión de segundos quedó sofocado. El hallazgo fue comunicado a la Policía Nacional. Los agentes del grupo de Homicidios asumieron la investigación y, junto con la Policía Científica y un médico forense, llevaron a cabo una inspección ocular de la escena. Los investigadores comprobaron que el incendio era muy reciente y hallaron evidencias de que el cuerpo había sido rociado con algún acelerante. El cadáver estaba muy deteriorado por el fuego, pero no presentaba otros signos de violencia. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma para practicarle la autopsia.

Las pesquisas permitieron identificar a la víctima, un hombre de unos 40 años, y encontrar su motocicleta a unos 100 metros del lugar donde fue hallado el cadáver. En el vehículo se encontró su documentación y su cartera. Según averiguó la Policía, la víctima atravesaba por un mal momento anímico.

Los agentes confirmaron que esa misma mañana el hombre había acudido a una estación de servicio de la zona, donde compró un bidón de gasolina. Con las pruebas recabadas, la Policía ha concluido que se dirigió después al bosque y él mismo se roció con el combustible y se prendió fuego para quitarse la vida.