El camino que une es Cubells con cala Llentrisca continuará cerrado de manera indefinida tras los desprendimientos y movimientos de tierra producidos por la tormenta en la madrugada del jueves. El operativo de emergencias, con el que fueron evacuadas 60 personas de la urbanización, se mantendrá a lo largo de la jornada, pero el Ayuntamiento no piensa tomar ninguna decisión sobre el futuro del camino hasta que cuente con los resultados "de los estudios geotécnicos que indiquen su grado de peligrosidad y cómo evoluciona", anunció ayer el alcalde, Josep Marí Ribas.

El alcalde compareció en rueda de prensa junto al comandante de la Guardia Civil en las Pitiüses, Antonio del Fresno, y el director técnico de Emergencias, Pere Orfila, quien explicó que la punta máxima de 180 litros por metro cuadrado durante tres horas causó "una virulencia que era imposible de prever". "Sabíamos que era una zona problemática, pero no podíamos prever que las lluvias provocasen que la ladera de la montaña se comportase con esa virulencia, sólo se explica con unas lluvias intensísimas en un periodo muy corto de tiempo".

"Estamos terminando de limpiar el vial", anunció Marí Ribas, "pero hay partes del camino de acceso muy difícil incluso con vehículos especiales". El alcalde también recalcó que el camino que accede a la playa de ses Boques ha quedado destruido.

Además del estudio geotécnico que debe evaluar el terreno, también "se ha efectuado un control sobre todas las viviendas". "Hay zonas que presentan una seguridad manifiesta, con las casas más separadas del acantilado, pero hay otras donde la pendiente es muy escarpada y tenemos que asegurarnos de que no haya nadie", explicó Orfila.

Reticentes al desalojo

En este sentido, en los terrenos más conflictivos, los más cercanos a es Cubells, el personal de mantenimiento ha podido acceder en barca. Sin embarco, una veintena de personas continua alojada en chalets de la urbanización, sobre todo en la zona "más segura" cercana a Cala Llentrisca. Allí reside una pareja de avanzada edad a la que se propuso evacuar en helicóptero, ya que no era recomendable que bajaran por una costa escarpada para embarcar. El comandante de la Guardia Civil explicó que esta pareja "está muy bien y sin ningún problema". A pesar de que la urbanización ha quedado sin conexión eléctrica ni agua corriente tras la tormenta, las personas que permanecen en ella cuentan con generadores y agua de cisterna.

El alcalde también explicó que el coste de la limpieza del camino que ha emprendido el Ayuntamiento correrá a cargo de la urbanización, ya que no es una vía de titularidad municipal. Asimismo Josep Marí Ribas, informó en su comparecencia de que las playas del municipio habían recuperado la normalidad, salvo las que se encuentran en la bahía de es Cubells, especialmente en ses Boques.