Un hombre ha sido condenado a tres años de prisión por desvalijar una casa en Palma mientras las moradores dormían. El acusado se coló en la vivienda tras saltar una valla y desencajar una ventana en plena madrugada. Consiguió apoderarse de varios aparatos electrónicos y dinero en efectivo. Una de las víctimas lo sorprendió en pleno robo, pero el ladrón consiguió darse a la fuga con el botín, que no fue recuperado. La Audiencia Provincial ha confirmado ahora la condena que un juzgado de lo penal impuso al procesado por un delito de robo con fuerza en casa habitada con la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.

Los hechos se remontan al 8 de octubre de 2014. Hacia las tres y media de la madrugada, el acusado se coló en una vivienda unifamiliar situada en la calle Arquitecte Gaspar Bennàzar, cerca la plaza de toros de Palma. El intruso saltó una valla de más de dos metros y desencajó una ventana de la cocina, provocando desperfectos.

La pareja que residía en ese domicilio estaba en ese momento durmiendo en una de las habitaciones. El ladrón recorrió la vivienda y consiguió hacerse con 72 euros en efectivo, un ordenador portátil, un teléfono móvil, un libro electrónico, dos reproductores digitales de música y dos pares de gafas graduadas, así como diversa documentación personal.

Una de las víctimas despertó y sorprendió al delincuente en su casa, lo que le obligó a darse a la fuga con el botín. El acusado, que no tenía antecedentes penales, fue detenido unos minutos después cerca del lugar de los hechos, escondido entre dos coches aparcados.

Un juzgado de lo penal de Palma le declaró autor de un delito de robo con fuerza en casa habitada. En la sentencia se apreció la atenuante de dilaciones indebidas, ya que el proceso judicial estuvo paralizado varios meses, y se le impusieron tres años de prisión. El acusado no tuvo que indemnizar a los perjudicados, ya que estos fueron compensados por su compañía de seguros.

El abogado del procesado recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial. En su alegato sostenía que no había pruebas de la implicación del hombre en el robo y puso en duda la identificación que hizo la víctima, que llamó enseguida a la Policía y ofreció una descripción del ladrón. El tribunal de la sección primera ha desestimado ahora su recurso y confirmado la condena.