La Policía Nacional ha detenido en Palma a una pareja por estafar al menos a seis personas con alquileres de viviendas turísticas de la isla que no existían. Los acusados ofrecían en varios portales inmobiliarios de Internet inmuebles fantasmas tanto en el centro de la ciudad como en zonas de playa y desaparecían tras haber cobrado las fianzas o señales. El fraude ronda los 2.000 euros, aunque los investigadores no descartan que sea superior y aparezcan más víctimas.

Los acusados, que fueron arrestados el pasado viernes, son un peruano de 32 años y una española de 38 que residían en una vivienda social del Ayuntamiento de Palma, según explicaron fuentes policiales. Los investigadores dan un papel dominante a la mujer, que se encargaba de publicar los anuncios fraudulentos y llevar a cabo todas las gestiones con las víctimas.

Durante las últimas semanas, los sospechosos colgaron en al menos dos conocidos portales inmobiliarios de Internet numerosos anuncios en los que ofrecían viviendas en régimen de alquiler. Publicaron tanto ofertas de pisos turísticos como habitaciones en viviendas compartidas.

Entra las ofertas falsas detectadas por la Policía se encuentran un apartamento "a pocos pasos de la playa" por 750 euros semanales, una vivienda recién reformada, amueblada y equipada por 500 euros mensuales e incluso el alquiler de un turismo particular por 20 euros diarios.

Los investigadores han localizado por el momento a seis víctimas. Un grupo de amigos con niños pequeños de Cantabria que querían pasar unos días en la isla pagaron 500 euros de fianza por un piso en el paseo Mallorca, en Palma. Al aterrizar en Palma, descubrieron un mensaje en su teléfono móvil en el que la acusada les explicaba que el piso ya no estaba disponible "porque una nueve ley del Govern balear impone multas muy elevadas por el alquiler turístico". Además, les decía que era imposible quedar con ellos para devolverles el dinero.

Otras víctimas eran un ciudadano de Cádiz que abonó 150 euros de reserva por un piso en la calle Aragón , un valenciano que depositó 150 euros por un inmueble en la calle Holanda, un gijonés que entregó 540 euros por una vivienda en la calle Bujosa.

Tras recabar varias denuncias por el alquiler de estas viviendas inexistentes, la Policía Nacional puso en marcha una investigación e identificó a los dos sospechosos. Los agentes no pudieron localizarlos en su domicilio, una vivienda social del Ayuntamiento, y los citaron en comisaría. Cuando ambos acudieron a las dependencias policiales al día siguiente, quedaron detenidos por un presunto delito de estafa. La Policía Nacional mantiene abierta la investigación y no descarta que haya más víctimas.