La imagen de la calle Miquel Lladó, donde se produjo el accidente mortal, fue tomada ayer. En ella se aprecia que el límite de velocidad sigue en 50 kilómetros por hora, el mismo que había el pasado mes de abril. Y eso pese a que la Policía Local de Palma, en un informe redactado en enero, recomendaba reducir la velocidad a 40 kilómetros por hora en toda la zona, además de colocar bandas reductoras y señales de peligro para mejorar la seguridad vial.