La compañía aseguradora del Ib-Salut ha indemnizado con 30.000 euros a las dos hijas de una mujer que se suicidó al día siguiente de ser atendida y recibir el alta en Son Espases por sus problemas psiquiátricos, según informó ayer la asociación Defensor del Paciente.

La mujer, de 64 años, acudió al hospital con una recomendación de ingreso de un psiquiatra privado y anunció su intención de quitarse la vida al médico que la atendió, que decidió enviarla a su domicilio. Horas después, la paciente ingirió una botella de salfumán y murió. El acuerdo extrajudicial entre la aseguradora y las familiares de la víctima, en el que se reconoce que no se valoró debidamente el caso, pone fin al proceso judicial.

Los hechos se remontan a noviembre de 2013. Una mujer de 64 años que padecía un trastorno de personalidad diagnosticado visitó a un psiquiatra privado que la derivó a Son Espases. El especialista recomendó su ingreso en este cetro por tener los medios adecuados para contener los impulsos suicidas de la paciente.

La mujer acudió al hospital y fue atendida en el área de urgencias, donde confesó que pretendía quitarse la vida. Sus familiares insistieron en que el psiquiatra había recomendado su ingreso, pero según Defensor del Paciente, el médico minimizó las palabras de la mujer y las indicaciones de sus allegados, decidiendo darle el alta y enviarla a su domicilio, donde vivía sola.

Al día siguiente, la sexagenaria ingirió una botella de salfumán y llamó a sus hijas para explicarles lo ocurrido. Fue trasladada de urgencia a Son Espases, donde murió horas después por las graves abrasiones y lesiones internas sufridas.

"Se abusa de las altas"

A raíz de este caso, la presidenta de Defensor del Paciente, Carmen Flores, asegura que "se abusa demasiado de la celeridad en las altas de estos pacientes, pese a no estar de acuerdo la familia, que es quien mejor sabe de las reacciones" de los enfermos que sufren patologías psiquiátricas. Flores insiste en reclamar "evaluaciones exhaustivas", que considera "indispensables", además de un examen de conciencia profesional a los facultativos que atienden a estos enfermos.