Un trágico accidente laboral segó ayer la vida de un empresario al atropellarle el camión que conducía. Roberto Sánchez, de 41 años, se disponía a descargar el agua de la cisterna en un chalé de Son Vida cuando el vehículo de 26 toneladas se deslizó hacia él y le arrolló. El siniestro ocurrió a pesar de que la víctima había activado todos los elementos de seguridad.

Los hechos tuvieron lugar sobre las ocho y media de la mañana de ayer en el número 14 de la calle Mossa de la lujosa urbanización palmesana. Sobre las siete y media, un residente de Son Vida llamó por teléfono a la compañía Aguas de Establiments y pidió que le suministraran agua.

Roberto Sánchez, uno de los dueños de la empresa, se puso al volante del camión cisterna para atender al cliente. No en vano en los últimos 20 años había conducido vehículos pesados.

El conductor, tal y como demostró la investigación, había activado todos los dispositivos de seguridad. El servicio era una calle de pendiente pronunciada y el vehículo, con la cisterna repleta de agua, alcanzaba un peso de 26 toneladas. Roberto cumplió el protocolo establecido para estos casos: giró las ruedas para apoyarlas en la pared, metió una marcha y echó el freno de mano. Además, calzó las ruedas delanteras.

El fatal accidente sobrevino cuando se disponía a colocar los calzos en las ruedas traseras. El camión se desplazó y el vehículo pesado aplastó a la víctima contra la pared. Pese a que el vehículo de gran tonelaje se le vino encima, el empresario quedó con un hilo de vida.

Maniobras de reanimación

Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hacia el lugar del siniestro. Los facultativos practicaron al empresario durante largo tiempo maniobras de reanimación cardiopulmonar. Los intentos fueron vanos, ya que el camión le había causado gravísimas lesiones internas incompatibles con la vida. Finalmente, los médicos se vieron obligados a certificar su defunción.

Al lugar se desplazaron efectivos de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía. Los primeros se encargaron de realizar todas las mediciones en todo lo concerniente al tráfico y examinaron minuciosamente al vehículo. No obstante, efectivos del Grupo de Homicidios de la Policía se encargaron de completar la investigación, ya que se había tratado de un accidente en el ámbito laboral.

Para completar las pesquisas, los investigadores de la Policía Nacional tomaron declaración a los trabajadores de la empresa. Alguno de ellos no pudo reprimir las lágrimas y se sentó en el suelo, al conocer la trágica noticia del fallecimiento de Roberto.

"No entiendo qué es lo que ha podido ocurrir. Roberto había cumplido con el protocolo y había adoptado todas las medidas de seguridad y el camión se le ha venido encima", apuntó Carlos Ramis, socio de la víctima en la empresa Aguas de Establiments en el lugar del siniestro. Para este empresario, la pendiente de la calle Mossa no explica que el camión se desplazara. "Muchos servicios se hacen en cuesta y estamos preparados para ello", precisó.

La muerte de Roberto Sánchez, vecino del barrio de La Soledat, causó ayer una gran consternación entre el vecindario. Estaba casado y tenía dos niñas de cuatro y once años".

El camión se desplazó por la cuesta y arrolló a la víctima.