La Policía Nacional ha identificado a un niño de cinco años por la agresión sufrida por una menor de cuatro, a la que habría introducido un dedo en la vagina causándole lesiones, en una escuela de verano de Palma. Los investigadores de la Unidad de Familia y Mujer, que iniciaron las pesquisas tras la denuncia de la madre, han conseguido aclarar que se trató de una suerte de juego entre los dos pequeños y que no había ninguna intención sexual en los hechos. El caso ha sido remitido a la fiscalía y quedará archivado, explicaron ayer fuentes conocedoras del caso.

Los indicios de que la niña había sido víctima de una agresión sexual durante su estancia en una escuela de verano de la ciudad llevaron a los policías a actuar con gran celeridad. Los informes médicos y el relato de la menor apuntaban a que había sido víctima de abusos, por lo que se activó el protocolo habitual para estos casos. La pequeña sostenía que "un niño mayor" la había introducido un dedo en la vagina.

Los hechos, como adelantó DIARIO de MALLORCA, fueron descubiertos el pasado lunes por la tarde, cuando la madre de la menor descubrió que había regresado de la escuela de verano sin braguitas. La mujer preguntó a la niña por su ropa interior y esta explicó que "un niño mayor" se la había quitado y se echó a llorar.

La madre intentó tranquilizar a la víctima y descubrió que tenía los genitales enrojecidos. Cuando insistió para esclarecer lo ocurrido, la niña contó que le habían introducido un dedo en la vagina.

La mujer acudió de inmediato a una comisaría de la Policía Nacional y presentó una denuncia ante las sospechas de que su hija había sufrido una agresión sexual. Los agentes que la atendieron la emplazaron a acudir a un centro médico para que fuera explorada y le entregaran un parte de lesiones para completar la denuncia.

Esa misma noche, la niña fue atendida en Son Llàtzer. El pediatra que la atendió no pudo someterla a un reconocimiento físico porque estaba muy cansada y somnolienta, pero insistió en su versión de los hechos.

El martes por la mañana, madre e hija regresaron al hospital para que el médico y el forense comisionado por el juzgado la reconocieran. Los indicios recabados por los facultativos confirmaron que existían evidencias de que había sufrido una agresión sexual.

Los investigadores de la UFAM asumieron las pesquisas relacionadas con este caso, que quedó resuelto en cuestión de horas. Los agentes, tras entrevistarse con varios testigos, llegaron a la conclusión de que había sido un niño de cinco años, compañero de la víctima en la escuela de verano, quien introdujo un dedo en la vagina de la pequeña, en un acto sin ningún tipo de intención sexual y propio de un juego entre menores de esa edad.

Los agentes de la UFAM han remitido sus conclusiones sobre lo ocurrido a la fiscalía. El ministerio público, a la vista de la corta edad del niño identificado y de la inexistencia de delito, decretará el archivo de la causa, según informaron fuentes conocedoras del caso.