Seis personas han perdido la vida en Mallorca y otra en Eivissa en los más de veinte accidentes graves de parapente ocurridos desde principios de siglo. En el último siniestro falleció Miquel Blanch, de 47 años,Miquel Blanch, de 47 años instructor y campeón de España en 2005, y que estaba considerado uno de los mayores especialistas de la isla en esta modalidad de vuelo sin motor.

Blanch falleció el lunes por la tarde al estrellarse contra una ladera del Puig de Son Fe, en Alcúdia. El hombre quedó malherido a consecuencia de la caída y falleció poco después, pese a la intervención de una ambulancia.

La Guardia Civil ha iniciado una investigación para determinar las circunstancias de la muerte, aunque todos los indicios recogidos hasta ahora apuntan a que se trató de un accidente fortuito, fruto del riesgo inherente de esta actividad. Al parecer durante el vuelo el deportista se vio sorprendido por un cambio brusco del viento que hizo que se le enredaran las cuerdas del paracaídas y cayó al suelo a plomo.

Desde el año 2000 se han registrado en Mallorca 23 accidentes graves de parapente, que se han saldado con seis personas muertas, 19 heridas -la mayoría de carácter grave- y tres ilesas.

Uno de los siniestros más graves ocurrió el 3 de julio de 2011, cuando dos turistas portuguesas, madre e hijados turistas portuguesas, madre e hija, que volaban en un parapente arrastrado por una lancha motora en la playa de s'Arenal, en Palma, se estrellaron contra una palmera del paseo. La mayor de ellas, de 55 años, falleció, mientras que su hija, de 20, quedó parapléjica.

En febrero de 2004 falleció un hombre de 41 años que se estrelló con uno de estos artilugios cuando sobrevolaba la zona de Puig de Ros, en Calvia. Al mes siguiente se produjo otro accidente mortal, en este caso en las proximidades del Puig de Randa. En este caso la víctima era un vecino de Palma de 40 años.

En agosto de 2005 murió un joven cuando el parapente con el que volaba se estrelló contra el suelo en Eivissa.

En 2010 falleció otro joven, en este caso un alemán residente en Llucmajor, cuando su parapente cayó en una finca agrícola en la zona de Bahía Grande.