El joven colombiano condenado por un delito de homicidio imprudente, al clavar una botella en el cuello en Gomila a otro individuo que le causó la muerte, salió ayer de prisión tras cumplir más de la mitad de la condena de dos años y cinco meses de cárcel.

El caso ha experimentado un intrincado recorrido judicial antes de que Emerson M.H. abandonara ayer la cárcel. El tribunal del jurado consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio imprudente con las atenuantes de confesión, reparación del daño y legítima defensa putativa, por lo que el procesado fue condenado a dos años y cinco meses de prisión.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Balears declaró nula la resolución del jurado y ordenó la repetición del juicio. Contra esta sentencia, el abogado defensor del procesado, Alberto García Carpallo, interpuso un recurso al Tribunal Supremo y este le dio la razón punto por punto.

El Alto Tribunal respaldó la solicitud del letrado y consideró que el razonamiento del jurado y la posterior sentencia estaba suficientemente motivada y no había, por tanto, necesidad de repetir el juicio. El TSJB dictó una sentencia idéntica a la primera.

Este crimen de Gomila, ocurrido la Nochebuena de 2015, fue grabado en vídeo, que fue visionado durante el juicio. El acusado estaba en una discoteca de la calle Joan Miró. Tras un altercado porque habían molestado a la hija de su pareja, varias personas fueron expulsadas. El sospechoso salió poco después al exterior y, en unas escaleras, se produjo otra discusión.

La víctima cogió una botella y trató de romperla. No lo consiguió. Ante esto, el acusado cogió otra botella de cristal, la rompió y apartó a la gente que tenía delante. Le clavó el vidrió, que le alcanzó el cuello y le causó la muerte.