El monitor del colegio Aula Balear de Palma condenado a diez años de prisión por abusos sexuales a dos alumnas de tres años cuando estas dormían la siesta bajo su cuidado en una sala del centro educativo en el curso 2010- 2011 ingresó el pasado lunes de forma voluntaria en una cárcel de Barcelona.

El joven entró en prisión para cumplir la sentencia que ya es firme, después de que el Tribunal Supremo confirmara el fallo de diez años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales.

La Audiencia de Palma criticó en su resolución la pasividad del centro educativo ante las sospechas de abusos sexuales por parte del condenado, hijo de la entonces directora, y condenó al colegio como responsable civil subsidiario. La escuela no recurrió.

El joven cometió los abusos en el curso escolar 2010-2011. Trabajaba en el centro como monitor y se encargaba de ayudar a los niños de tres años a conciliar el sueño en una sala tras la comida.