Carlos Germán V.G., el joven de 24 años y origen colombiano acusado del crimen de Son Servera, ha aceptado hoy una condena de 18 años de prisión tras confesar ante el jurado popular en la Audiencia de Palma que maltrató de forma habitual a su novia, Victoria Sard Massanet, de 19 años, y que la mató asfixiándola en su casa la noche del 10 de marzo de 2016.

El encausado se ha declarado autor de un delito de homicidio y otro de maltrato, al alcanzar un acuerdo la fiscal, la acusación particular, la acusación popular y la defensa. Por el primer hecho el muchacho se ha conformado con 15 años de cárcel y por el segundo, con otros tres años más. También ha aceptado una indemnización de 200.000 euros.

El sospechoso, que actualmente está preso, ha respondido afirmativamente a todas las preguntas de la fiscal. El joven ha confirmado que mantenía muchas discusiones con su pareja, cuando ella aún era menor, y que en ocasiones llegó a agredirla, lo que motivó que la víctima tuviera que acudir a los servicios de urgencias. El muchacho ha admitido también que la controlaba, la llamaba constantemente por teléfono y le enviaba multitud de mensajes.

Carlos Germán ha reconocido con frialdad el crimen. Ha confirmado que, tras discutir con Victoria Sard en casa, la asfixió con sus manos y luego colocó su cuerpo en la cama como si estuviera dormida. Horas después, se entregó ante la Guardia Civil.

El jurado popular ha empezado el juicio hoy al mediodía en la Audiencia de Palma por el crimen de Son Servera. La fiscalía reclamaba inicialmente una condena de 14 años de cárcel para el sospechoso por homicidio. El ministerio público considera a Carlos Germán V.G., de 24 años y origen colombiano, autor responsable de un delito de homicidio por presuntamente acabar con la vida de su pareja, Victoria Sard Massanet, de 19 años, tras discutir con ella.

La acusación pública aprecia la circunstancia agravante de parentesco ya que el sospechoso y la víctima mantenían una relación sentimental. Además, mantiene la atenuante de confesión porque, a la mañana siguiente del crimen, el acusado, acompañado de su abogada, acudió al cuartel de la Guardia Civil de Artà, donde se entregó y admitió haber matado a su novia. En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía pide una indemnización de 100.000 euros para los padres de la fallecida. Las partes han alcanzado hoy un acuerdo por lo que las peticiones de condena se van a modificar.

El crimen de violencia machista de Son Servera fue el segundo que tuvo lugar en la isla en 2016, un año que se convirtió en el peor en cuanto a mujeres asesinadas por sus parejas en Balears.

El abogado de la acusación particular, Andrés Buades de Armenteras, que representa a los padres de la víctima, solicitaba penas que suman 30 años de prisión para Carlos Germán V.G. por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, otro de maltrato habitual y coacciones. También reclamaba una indemnización de 200.000 euros para los progenitores de Victoria Sard Massanet. El acusado ha reconocido hoy el homicidio y los malos tratos habituales.

El crimen se produjo la noche del 10 de marzo de 2016 cuando el sospechoso discutió con su pareja en su domicilio en la calle Virgen de Lourdes en Son Servera. Tras la disputa, con la intención de acabar con la vida de la joven de 19 años, la agarró con fuerza del cuerpo al tiempo que le tapó la boca y la nariz con una mano. Ejerció gran presión y le impidió respirar hasta causarle la muerte pocos minutos después por asfixia mecánica por sofocación, según la fiscal. Al día siguiente, se entregó ante la Guardia Civil y confesó los hechos.

Mientras mantenían una relación sentimental, el joven sospechoso ejercía un control absoluto sobre su novia y la tenía totalmente sometida y atemorizada. Según la acusación particular, Carlos Germán maltrató físicamente a Victoria de manera habitual, motivo por el cual ella tuvo que acudir en reiteradas ocasiones a los servicios de urgencias. Así, en agosto de 2010 sufrió una fractura en una falange de un dedo de la mano; el 15 de octubre de 2012 padeció un traumatismo en una muñeca por una caída; el 27 de octubre de 2012, tuvo cefálea por un golpe en la cabeza; y el 20 de septiembre de 2014 la perjudicada, siendo menor aún, fue agredida. Por este último caso, el acusado fue condenado.

Un investigador del Instituto Armado ha recordado que encontraron el cuerpo de la joven en una habitación. "La víctima estaba tapada con una manta, recostada. Estaba vestida. Presentaba rigideces y marcas de asfixia", ha manifestado el agente.

La forense ha indicado que la joven Victoria Sard murió por asfixia por sofocación. La facultativa detectó un hematoma en un antebrazo.

En el turno de la última palabra, el joven ha pedido perdón a la familia de la fallecida por lo ocurrido.