Una discusión por un balón de fútbol parece que fue el detonante de una agresión con arma blanca de un joven a otro el pasado martes por la tarde en uno de los campos del polideportivo de Llucmajor. La víctima trató de cubrirse ante el ataque y el cuchillo le atravesó el antebrazo. La escena fue vista por numerosos testigos, entre ellos un grupo de padres con niños pequeños que se disponían a jugar un partido. El presunto agresor se dio a la fuga, pero fue detenido por la Guardia Civil apenas unas horas después.

El incidente, según confirmaron fuentes de la Guardia Civil, ocurrió sobre las siete de la tarde del martes en el polideportivo de Llucmajor. La víctima, un joven marroquí de 19 años residente en la localidad, mantuvo una discusión con otro chico, de 18 años. Durante el enfrentamiento el segundo presuntamente atacó con un cuchillo al otro, que recibió una puñalada que le atravesó el antebrazo. El presunto agresor se marchó del lugar pero pudo ser identificado rápidamente y dotaciones de la Guardia Civil de Llucmajor le arrestaron esa misma noche.

"Habíamos organizado un partido de padres contra hijos de la escoleta", explicaba ayer un testigo de la agresión. "En el campo de fútbol siempre se junta gente que juega pachangas. Cuando nos acercamos, ellos ya habían acabado de jugar, pero vi que estaban alterados. Entonces dos de ellos se comenzaron a pegar. Yo fui a decirles que se separaran o llamaría a la Policía, y entonces uno de ellos gritó: ¡Me ha dado con un cuchillo!".

El herido sangraba abundantemente por el brazo, por lo que se quitó la camiseta y se la enrolló alrededor de la herida.

"Mientras, el otro seguía amenazándole con el cuchillo y repetía: ¡Ya verás como lo pille!", continúa el relato del testigo.

Este hombre avisó de inmediato a la Policía Local, pero no pudo evitar que el agresor se marchara corriendo. "El herido intentó marcharse también del lugar", explia este hombre, "pero la Policía llegó muy rápidamente y lo interceptó en la entrada del polideportivo".

La Policía identificó al joven herido, un marroquí de 19 años, y lo acompañó para que fuera atentido en un centro sanitario. Al parecer, la puñalada le había atravesado limpiamente el antebrazo y esa misma noche recibió el alta médica.

La Guardia Civil de Llucmajor se encargó de las diligencias por la agresión. Estas gestiones permitieron identificar al supuesto agresor rápidamente como un español, residente en un pueblo vecino. Esa misma noche, los agentes le arrestaron. Se trata de un chico de 18 años.

La Benemérita proseguía con las gestiones para tratar de determinar las circunstancias que rodearon la agresión antes de conducir al detenido ante el juez. De las primeras pesquisas se desprende que todo comenzó por una discusión nimia, cuando uno de los chicos se negó a darle el balón al otro.