La Audiencia de Palma ha condenado a un joven internauta a tres años y medio de prisión por un delito de corrupción de menores por distribuir centenares de archivos de pornografía infantil a través de un programa informático por Internet desde su domicilio en la ciudad durante un año y medio. Entre los vídeos intervenidos, había algunos de gran dureza en el que aparecían niños de muy corta edad, de unos tres o cuatro años, sometidos a todo tipo de prácticas sexuales con adultos e incluso con animales o una menor atada con cuerdas.

El tribunal de la sección primera también ha acordado la destrucción de los archivos pedófilos incautados, así como de los discos duros que contienen ese material, y que se proceda a devolver los aparatos informáticos que no tenían contenido relevante en el procedimiento judicial.

Según se declara probado en la sentencia, que aún no es firme, al menos desde octubre de 2014 el acusado se descargaba y distribuía a través del programa informático P2P Ares archivos de vídeo de pornografía infantil. El sospechoso sabía que con ese programa se descarga y se comparte el material con otros usurarios.

Un año y medio después, el 12 de abril de 2016 la Policía Judicial de la Guardia Civil registró la vivienda del encausado en Palma e intervino un ordenador, en el que se encontraba instalado el programa P2P Ares, y varios discos duros. En estos equipos, los agentes hallaron recuperados total o parcialmente decenas de carpetas y subcarpetas con cientos de archivos de vídeo de contenido pedófilo. Incluso, 17 de ellos se estaban descargando y compartiendo en el momento del registro.

Además, el internauta acusado llevaba a cabo las búsquedas de los archivos pornográficos de forma específica con términos claramente explícitos haciendo referencia a prácticas sexuales con menores. De esta manera, conseguía de forma consciente los vídeos pedófilos. Algunas de las imágenes eran muy duras y escabrosas, ya que aparecían menores de muy corta edad, de unos tres o cuatro años, realizando todo tipo de actos sexuales con adultos o incluso con animales y también aparecía una niña atada con cuerdas.

De gran parte de estos archivos incautados, el sospechoso hizo copias de seguridad con intención de preservarlos, según destaca la sala. Inicialmente, el joven se enfrentaba a una petición de condena de ocho años de cárcel por parte de la fiscalía. El tribunal ha rechazado las cuestiones previas planteadas por el abogado defensor y considera que no se vulneraron los derechos de su representado.