El Tribunal Supremo ha fijado en cuatro años y ocho meses de prisión la pena a un policía nacional que detuvo a dos personas, una en Palma y otra en Eivissa, inventándose los motivos y falseando las denuncias.

El alto tribunal estima parcialmente el recurso del agente contra la resolución de la Audiencia de Palma que le impuso cinco años y un mes de cárcel por dos delitos de detención ilegal, uno de falsedad documental y otro de extorsión. El Supremo rebaja la pena al no apreciar que cometiera este último delito, pero mantiene el resto de la condena.

La Audiencia declaró probado que sobre las 14.00 horas del 29 de mayo de 2010 el acusado, desempeñando sus funciones en el puesto fronterizo del aeropuerto de Eivissa, fue requerido por un ciudadano para que interviniese en un incidente que había tenido con un italiano, que le había insultado y le había realizado gestos de que le iba a agredir. El policía redactó la denuncia sin la presencia del denunciante, recogió frases amenazantes que el perjudicado no le manifestó y detuvo al italiano. El segundo caso ocurrió en Palma el 25 de abril de 2012, cuando estaba fuera de servicio, se reunió con un hombre que había reclamado a la novia del agente la devolución de 300 euros entregados como señal para el alquiler de un piso y cuyo contrato no llegó a formalizarse y que acabó detenido por un falso intento de robo del móvil del agente.