La autopsia practicada ayer al cadáver de la turista de 48 años de origen rumano y nacionalidad italiana que fue hallada muerta el lunes a primeras horas de la mañana en el aparcamiento junto a la cala de Bahía Azul, en Llucmajor, ha concluido que se arrojó al vacío por el acantilado.

Los forenses han descartado que haya mano criminal, así como la participación de terceras personas en los hechos y que la extranjera fuera arrollada por un vehículo.

Según el primer informe de los facultativos, la etiología del óbito fue suicida. Por tanto, la mujer se tiró por el desnivel de forma voluntaria, como sospechaba desde un primer momento la Guardia Civil.

La causa del fallecimiento fueron las graves lesiones sufridas al precipitarse al vacío. La mujer fue hallada muerta el lunes poco antes de las ocho de la mañana sobre un charco de sangre en el aparcamiento de una cala, junto a la urbanización de Bahía Azul. Iba vestida con un pijama y chanclas. Presentaba un fuerte golpe en la cabeza, además de hematomas por el cuerpo. Se había denunciado su desaparición el día anterior.