El monitor de 24 años detenido esta semana en Palma por acosar por teléfono a una niña de 12 ya fue arrestado por abusos y agresiones sexuales a otras dos menores. En uno de los casos supuestamente forzó a una adolescente a mantener relaciones y en otro persiguió durante días a una chica de 16, a la que llegó a abordar en la calle para someterla a tocamientos. El sospechoso, en libertad con cargos tras declarar ante el juez de guardia, tiene además antecedentes policiales por delitos de violencia en el ámbito familiar y amenazas.

El acusado había sido detenido por última vez el año pasado por corrupción de menores y abusos sexuales, tras ser denunciado por una menor. La víctima, de 16 años, acudió a la Policía tras ser acosada durante semanas. Según su relato, al que los agentes dieron total credibilidad, el sospechoso contactó con ella haciéndose pasar por un adolescente 15 años. Entablaron cierta amistad hasta que ella se percató de que en realidad tenía más de 20 y trató de romper cualquier relación.

Acoso y tocamientos

El sospechoso empezó entonces a acosar a la menor, primero a través de mensajes de teléfono y luego en persona. El hostigamiento alcanzó su punto álgido en una parada de autobús de Palma, donde la adolescente estaba sentada esperando. El joven la abordó, se puso a su lado y empezó a someterla a tocamientos hasta que ella logró zafarse. Ese episodio llevó a la víctima a denunciar la situación que llevaba días padeciendo. La Policía, tras investigar lo ocurrido, detuvo al monitor.

El otro antecedente del sospechoso se remonta a hace algunos años. En aquella ocasión supuestamente habría forzado a una adolescente a mantener relaciones sexuales. También fue denunciado y arrestado por la Policía, aunque el relato de esta víctima no era tan claro.

Estas dos detenciones no han impedido al sospechoso trabajar como monitor de tiempo libre con menores de edad al menos en un colegio de Palma, que delega la organización de estas actividades y la contratación del personal en una empresa. La legislación obliga desde marzo de 2016 a quienes trabajan con niños a presentar un certificado para demostrar que no tienen antecedentes penales por delitos sexuales contra menores, pero el joven no ha sido condenado por sus detenciones anteriores, ya que los procesos judiciales no han culminado.

La última de sus víctimas sería precisamente una niña de 12 años a la que conocía gracias a su trabajo como monitor en el centro escolar. En esta ocasión, supuestamente acosó a la menor a través de mensajes de WhatsApp en los que se dirigía a ella como "rubía mía", le pedía insistentemente besos y abrazos y le solicitaba fotografías. La madre de la menor descubrió estos mensajes en el teléfono de su hija y acudió a la Policía para denunciar los hechos el pasado mes de abril. Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) detuvieron al acusado el pasado miércoles y lo pusieron el mismo día a disposición judicial. El juez de guardia decretó su puesta en libertad.

Los investigadores no dan por cerrada la investigación de este caso, ya que sospechan que el joven podría haber acosado mediante el mismo modus operandi a otras menores de edad, explicaron las mismas fuentes.