Un juzgado de Palma condenó ayer a cuatro jóvenes a penas que suman trece años de prisión por atracar con pasamontañas y armados con una navaja al dueño de un conocido restaurante de Petra, al que hirieron pinchándole en el pecho, y asaltar días después a dos empleadas de un supermercado de Cala Millor para lograr apoderarse de la recaudación de ambos locales durante las Navidades de 2009. Los ladrones consiguieron robar más de 17.000 euros. Entre ellos se encuentra "El Rafita", un delincuente muy conocido en la zona de Manacor, que aceptó una condena de cinco años de cárcel por los dos atracos. "El Rafita" lleva varios años preso por otras causas.

Los abogados defensores alcanzaron un acuerdo con la fiscal, que rebajó sus peticiones de pena. Los cuatro acusados reconocieron los hechos y se conformaron con las respectivas condenas. Dos de ellos aceptaron tres años de prisión cada uno por los dos violentos robos, mientras que la única chica encausada se mostró conforme con dos años de cárcel como cooperadora necesaria de un delito de robo con intimidación.

La magistrada dictó sentencia 'in voce' contra ellos y suspendió las penas para estos tres últimos sospechosos por un periodo de cuatro años para los dos varones y de tres años para la mujer. Además, la juez condicionó la suspensión de las condenas al compromiso de pago de la indemnización durante dos años y a que sigan con un tratamiento de deshabituación del consumo de drogas. A 'El Rafita', de 26 años, no le canceló las dos penas que suman cinco años de prisión.

El primer atraco se produjo la noche de Navidad, el 26 de diciembre de 2009, sobre las doce y cuarto de la madrugada, cuando los tres jóvenes varones, de entre 32 y 26 años, se dirigieron en el vehículo de uno de ellos al aparcamiento de un conocido restaurante a las afueras de Petra. Mientras el conductor permanecía dentro del automóvil realizando funciones de vigilancia, sus dos compinches, con pasamontañas, se acercaron al dueño del establecimiento, que en esos momentos se encontraba cerrando el local. Le atacaron por detrás, le pincharon en el pecho con una navaja y le exigieron que les entregara el dinero de la recaudación que llevaba en un sobre. Así, se apoderaron de 5.800 euros y de un teléfono móvil.

Antes de darse a la fuga se aseguraron de que la víctima no pudiera seguirles y pincharon la rueda de su coche, un todoterreno. También le quitaron las llaves del vehículo.

Como consecuencia del asalto, el propietario del restaurante sufrió una herida inciso contusa que requirió una única asistencia facultativa. El móvil sustraído está valorado en 131 euros y los daños causados en la rueda de su todoterreno ascienden a 284 euros, según la fiscalía.

Cinco días después, la mañana de Nochevieja, el 31 de diciembre de 2009, los jóvenes volvieron a actuar, en este caso acompañados por una menor y una muchacha. Los cinco sospechosos acudieron a Cala Millor en el vehículo de uno de ellos con el objetivo de robar la recaudación que normalmente las empleadas de un supermercado ingresaban en una sucursal bancaria en las inmediaciones.

Sobre las nueve y cuarto de la mañana de ese día, las dos jóvenes se quedaron en una cafetería, justo en frente del supermercado, para avisar a los atracadores del momento en el que las trabajadoras del establecimiento se dirigieran al banco. Así, los asaltantes, con el rostro tapado por pasamontañas o un gorro o bufanda, abordaron a dos empleadas cerca de la sucursal y las amenazaron diciéndoles "dame el dinero o te pincho". Les quitaron las bolsas que llevaban. En una de ellas estaba el dinero de la recaudación que ascendía a 11.246 euros. Mientras, el último encausado esperaba a los ladrones en su vehículo a dos calles de allí.

En concepto de responsabilidad civil, los asaltantes tendrán que indemnizar a los perjudicados con más de 17.600 euros. La magistrada apreció la circunstancia agravante de disfraz y las atenuantes de dilaciones indebidas, toxifrenia, reparación parcial del daño para uno de los muchachos y confesión para otro.