La fiscalía comunicó ayer a Ioan Ciotau, el autor confeso del crimen del Port de Pollença ocurrido hace un año, que le acusa de un delito de asesinato con la agravante de parentesco por haber matado a cuchilladas a su mujer, Lucía Patrascu, en el balcón de su casa la mañana del 29 de mayo de 2016. El letrado de la acusación particular, Antoni Monserrat, concretó sus cargos contra el sospechoso, de 59 años y origen rumano, quien permanece en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos. El abogado le acusa de asesinato agravado, con alevosía, ensañamiento, parentesco y concurriendo también la circunstancia agravante por actuar por razones de género, así como de un delito de maltrato habitual por menospreciar psicológicamente a su esposa durante años.

Según la versión de la acusación, esta situación de maltrato se agravó en las últimas semanas de vida de Lucía Patrascu, de 47 años, por lo que ella decidió abandonar el domicilio familiar para irse a vivir con una mujer mayor a la que cuidaba, "debido al miedo que sentía por su marido". Precisamente, horas antes de ser asesinada, acudió al cuartel de la Guardia Civil para denunciar a su esposo manifestando que estaba asustada y que temía que este pudiera hacerle algo. Sin embargo, su denuncia nunca llegó a formalizarse. Estos últimos hechos están siendo investigados en otro procedimiento por parte de otro juzgado de Inca.

Ioan Ciotau, el asesino confeso del Port de Pollença, escuchó ayer sin inmutarse todos los cargos que pesan sobre él. La letrada del Govern, que ejerce la acusación popular, también concretó que los hechos constituyen un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Ciotau guardó silencio cuando le informaron de los delitos que se le imputan. Por su parte, su abogado defensor, Miguel Mir, se opuso a estos cargos y alegó que su cliente no tuvo la intención de matar a su mujer. Según su tesis, el sospechoso había bebido alcohol y padecía un trastorno depresivo, por lo que actuó por un arrebato.

La Guardia Civil excarceló ayer por la mañana a Ioan Ciotau y lo trasladó al juzgado de instrucción número 2 de Inca, donde se celebró la primera comparecencia de la ley del jurado. El hombre, con muy buen aspecto físico y calzando unas zapatillas nuevas, se mostró tranquilo en todo momento.

Las acusaciones le informaron de los hechos que se le imputan. Así, sobre las once de la mañana del 29 de mayo de 2016, tuvo una fuerte discusión en casa con su esposa, la empujó, la hizo caer al suelo y luego se hizo con un cuchillo de cocina con el que la apuñaló varias veces cuando ella pedía ayuda en el balcón. La mujer no pudo defenderse ni escapar. Estando en el suelo herida muy grave, de nuevo le propinó más cuchilladas con la intención de matarla. Acto seguido, Ciotau salió a la calle con frialdad y dijo: "Soy el criminal, la he matado".