Una joven alemana, de 20 años, resultó ayer herida grave al precipitarse desde un tercer piso hasta un patio interior de la primera planta de un edificio de Palma. La víctima, que supuestamente participaba en un juego sexual, fue trasladada ayer a Son Espases, donde quedó ingresada en observación.

El incidente ocurrió sobre las siete y media de la mañana en un edificio situado en el número cinco de la calle Agustí Buades de Palma. La vecina del primer piso se llevó un susto mayúsculo al abrir la puerta del patio interior y ver a una joven desnuda tendida en el suelo. No acertaba a entender cómo había ido a parar hasta allí.

"He abierto la puerta y he visto una cabeza. Cuando he salido me he encontrado con una chica tumbada en el suelo. Estaba sin ropa", apuntó la vecina del primer piso. La vecina no comprendía cómo había llegado allí y la conversación con ella se antojaba imposible. "No hablaba nada de castellano".

Tras avisar a los servicios de emergencia, numerosos efectivos se movilizaron hasta allí. La vecina del primero le dio una manta a la chica para que se abrigara. La joven estaba completamente desconcertada y desorientada.

Al parecer, la joven había venido de vacaciones y, en compañía de un amigo del tercer piso también alemán, habían ido a la calle del Jamón. La Playa de Palma estaba el jueves a rebosar de turistas, ya que coincidía con la celebración del Christi Himmelfahrt (el día del padre en Alemania).

"Llegaron sobre las ocho y media de la tarde al apartamento. A partir de ese momento no sé lo que ocurrió", apuntó el compañero de piso del amigo de la víctima. También dijo desconocer por completo qué era lo que había pasado.

Numerosos efectivos de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar y abrieron una investigación para tratar de esclarecer qué había ocurrido en el inmueble. Agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica examinaron minuciosamente la vivienda desde la que se había precipitado la joven y entrevistaron a los residentes.

Botellas de alcohol

Las respuestas de los residentes, que se encontraban todos desnudos, fueron poco esclarecedoras. Lo único que quedó meridianamente claro es que se había producido un desmesurado consumo de alcohol unido a un supuesto juego sexual. Botellas de alta graduación esparcidas por doquier respaldaban a las claras esta hipótesis.

Ante los problemas para comunicarse con la víctima, una joven vecina del tercer piso ejerció de traductora, en inglés, para que la chica alemana le explicara lo que le ocurría. "Me duele la espalda", balbuceó. Mientras tanto, la Policía le preguntaba insistentemente para que contara lo que había hecho. "¿Has bebido?¿te has drogado?", la interrogaron. De su respuesta también dependía proporcionarle la atención médica más adecuada a su circunstancia.

Los investigadores apreciaron diversos elementos inquietantes que les impedían dar el caso por cerrado. Al parecer, encontraron ropa desgarrada y parecía que la joven se hubiera agarrado a ella antes de caer al vacío.

La joven no sangraba, pero presentaba serias dificultades para permanecer en pie. No estaba muy claro si respondía a su estado de embriaguez o al fuerte impacto contra el suelo al precipitarse desde el tercer piso.

Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hasta el número cinco de la calle Agustí Buades a bordo de una UVI móvil para atender a la joven germana. Una vez estabilizada, la víctima fue trasladada hasta Son Espases, donde quedó ingresada. La chica está previsto que permanezca los próximos días en observación de traumatología del centro hospitalario.