La Fiscalía de Menores se hizo cargo de una niña de nueve años edad que, al parecer, residía junto con su madre en un pequeño habitáculo de apenas cuatro metros cuadrados situado en un edificio de Sant Antoni, en Eivissa, reconvertido en dormitorio, y que ayer se incendió a causa de un cortocircuito.

La menor, que estaba sola cuando se produjo el incendio, no sufrió lesiones.

Cuando llegaron los bomberos, los vecinos del inmueble, alertados por la niña, ya habían logrado apagar el fuego con extintores.

Después, durante el registro de la infravivienda, la Policía Local y la Guardia Civil encontraron en la casa hachís y marihuana.